Mayra Mendoza Hernández, psicóloga clínica, conversó con EL INFORMADOR sobre las principales causas que pueden originar ansiedad en estudiantes de primer semestre, sus síntomas y cómo afrontarla.
La transición a la educación superior es un proceso desafiante y complejo, susceptible a dificultar la adaptación al nuevo ambiente académico, ocasionando que la ansiedad se convierta en una compañera inesperada para algunos estudiantes.
Abordar la libertad que se siente al inicio de este proceso puede ser confuso, debido a que los novatos deben aprender a gestionar su tiempo, establecer prioridades y equilibrar los estudios con otras áreas de sus vidas.
En primicia con EL INFORMADOR, Mayra Mendoza Hernández, psicóloga clínica, psicoterapeuta y docente universitaria, trató el tema a profundidad, brindando un panorama más amplio sobre cómo puede impactar la ansiedad en los primíparos.
EI: Desde tu experiencia, ¿cuáles son las principales causas de ansiedad en estudiantes de primer semestre?
MMH: Primero, hay que entender la ansiedad como una sensación de riesgo, sufrimiento o miedo que surge ante eventos nuevos y amenazantes. En estudiantes de primer semestre, esto puede manifestarse al enfrentarse a una nueva forma de estudio, conocer personas o adaptarse a un entorno diferente. Los recursos que usaban en el bachillerato pueden generar dudas sobre su efectividad en la educación superior, lo que puede provocar ansiedad. Es importante aclarar que esta ansiedad es una respuesta normal a situaciones desafiantes y no se refiere a trastornos de ansiedad, que tienen connotaciones patológicas.
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EI: ¿Qué síntomas son más comunes en estudiantes que presentan ansiedad?
MMH: Los síntomas pueden ser variados. Físicamente, los más comunes son sudoración excesiva, palpitaciones fuertes, dolores de cabeza severos, problemas gástricos, dolores de estómago, sensación de ahogo y ataques de pánico. A nivel cognitivo, se presentan pensamientos como la falta de control sobre situaciones y creencias de incompetencia, como sentir que no se va a hacer algo bien. En el aspecto comportamental, las personas suelen evitar actividades cotidianas, postergan tareas y se sienten perdidas sobre cómo afrontarlas. Estos son, en general, los síntomas más frecuentes.
EI: ¿Qué impacto tiene la ansiedad en la vida social y emocional de un estudiante?
MMH: La ansiedad puede interferir de manera significativa en la vida social de una persona si no se trata adecuadamente. Es importante considerar cómo se relaciona con otros, qué elementos influyen en esa relación, y cómo puede afectar la vinculación emocional. La vida social y emocional es crucial en la educación, especialmente en la universidad, donde la interacción con compañeros y profesores es constante. Si un estudiante no busca los recursos necesarios para afrontar la ansiedad de manera constructiva, el impacto será negativo.
EI: ¿Cómo puede la ansiedad influir en la toma de decisiones y la adaptación al entorno universitario?
MMH: Una persona ansiosa suele tener miedo de no poder realizar una tarea y pensamientos invasivos sobre el fracaso, lo que afecta su seguridad al tomar decisiones. Las sensaciones de inseguridad son comunes en la ansiedad y dificultan la adaptación. La ansiedad es una respuesta normal ante eventos amenazantes, pero no debe paralizarnos. Aunque la ansiedad puede impedir que una persona tome decisiones, se busca que, a pesar de sentirla, pueda hacer elecciones coherentes y adecuadas, desde las más simples hasta las más importantes, en su entorno universitario.
EI: ¿Qué estrategias o técnicas recomiendas para que los estudiantes manejen la ansiedad?
MMH: Primero, es importante reconocer la ansiedad y darse cuenta de que estamos enfrentando un evento que genera sensaciones físicas, cognitivas y comportamentales. Una vez identificado, es fundamental buscar ayuda. Esto puede comenzar consultando con amigos o personas cercanas sobre las dificultades que enfrentamos para tomar decisiones o relacionarnos. Si esta orientación no es suficiente, se debe buscar apoyo profesional. Las universidades suelen ofrecer recursos a través de programas de bienestar universitario. Lo más importante es reconocer nuestras sensaciones y buscar la ayuda necesaria para construir o utilizar recursos que nos ayuden a afrontar la situación.
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EI: ¿Qué papel juegan la terapia y el apoyo psicológico en el tratamiento de la ansiedad en esta población?
MMH: La terapia y el apoyo psicológico son fundamentales en el tratamiento de la ansiedad en estudiantes universitarios. No solo ofrecen acompañamiento, sino que también ayudan a construir los recursos necesarios para enfrentar eventos ansiosos. La orientación psicológica no se limita a desajustes mentales, sino que también aborda desajustes emocionales que afectan la vida cotidiana. En definitiva, la terapia es imprescindible para que los estudiantes se sientan apoyados, desarrollen recursos y asuman la responsabilidad de afrontar situaciones adversas en su experiencia universitaria.
EI: ¿Cómo diferenciarías entre la ansiedad y la depresión en un estudiante?
MMH: La ansiedad y la depresión pueden presentarse simultáneamente, pero tienen diferencias en sus síntomas. La ansiedad se caracteriza por un miedo y angustia constantes, mientras que la depresión implica una falta de motivación e interés en realizar tareas, manifestándose como una tristeza profunda. La principal distinción es que la ansiedad está relacionada con la angustia, mientras que la depresión se centra en la desmotivación. Ambos trastornos pueden paralizar a la persona, afectando su calidad de vida y el disfrute de actividades. Es importante reconocer que tanto la ansiedad como la depresión requieren tratamiento, y ambos síntomas pueden aparecer en estudiantes.
EI: ¿Es común que los estudiantes experimenten ansiedad y depresión al mismo tiempo? Si es así, ¿cómo se pueden identificar y tratar ambas condiciones?
MMH: Sí, es muy común que los estudiantes experimenten ansiedad y depresión al mismo tiempo. Es crucial identificarlas, lo cual debe hacerse por un psicólogo orientador o clínico. No existe un tratamiento único para la depresión o la ansiedad; los síntomas están relacionados tanto con trastornos como con la historia y experiencias del individuo. Por lo tanto, el plan de tratamiento debe ajustarse a las necesidades de cada paciente, considerando las herramientas que tenga para afrontar estos cuadros depresivos.
EI: ¿Qué recomendaciones darías a las universidades para mejorar el apoyo a los estudiantes que enfrentan ansiedad?
MMH: Las universidades ya están implementando programas y estrategias de promoción, prevención y psicoeducación para apoyar a la población universitaria. Una recomendación sería reunir a los padres de estudiantes de primer semestre para brindarles orientación en salud mental. Además, es fundamental que el personal docente y administrativo reconozca los síntomas de la ansiedad. Deben saber cómo orientar a los estudiantes que se sientan muy ansiosos o que experimenten ataques de pánico, evitando burlas o críticas, y ofreciendo un espacio emocional para que expresen sus sentimientos. También es esencial fortalecer los espacios de orientación psicológica y acompañamiento clínico.
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