En el ámbito académico, el ensayo sobresale como un importante elemento que hace presencia durante el proceso de aprendizaje, permitiendo a los estudiantes exponer todo tipo de ideas en forma clara y concisa, mientras fortalecen el pensamiento crítico.
El ensayo es un género literario que invita a la reflexión y al análisis, cuyo estilo personal y flexibilidad estructural lo han convertido en una poderosa herramienta para explorar ideas y promover debates en la sociedad actual.
Dentro del mundo académico, es crucial para estimular el pensamiento crítico, la capacidad de argumentación y el dominio de la escritura, dotando al estudiante de insumos idóneos que le permitirán analizar y evaluar todo tipo de contenido, en procura de construir tesis coherentes y persuasivas.
Pensando en conocer más sobre este formato, El INFORMADOR conversó con Eduardo Marín Cuello, comunicador social, periodista y docente en lengua castellana, quien desde su experiencia ponderó varios aspectos fundamentales sobre la creación de ensayos.
Elementos clave de un buen ensayo
Marín Cuello considera que, a pesar del estilo propio de cada texto, derivado del uso de figuras retóricas o la estructura influenciada por aspectos de la narración, todo ensayo debe defender una tesis.
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“Todo ensayo debe plantear una visión que exponga un fenómeno para luego, usando las ideas investigadas en otros autores y obras, establecer un argumento que sea la solución, la propuesta, la vía a favor o en contra de esa situación expuesta”, explicó.
Este enfoque permite que el autor no solo presente una opinión, sino que lo haga de manera fundamentada, utilizando ideas investigadas en obras y autores relevantes.
Asimismo, resalta la importancia de investigar minuciosamente el tema, buscando una amplitud conceptual que permita estructurar y defender una idea propia.
“Se trata de investigar un tema para encontrar visiones qué me permitan construir una idea propia y defenderla en un ejercicio de orden y estructuración del pensamiento a través de la escritura”, señaló el profesional.
Consejos para una tesis sólida
La investigación es fundamental para desarrollar una tesis convincente, ayudando a definir una postura robusta que defienda el argumento presentado.
“Descubrir muchas cosas sobre el tema que quiero escribir es lo que me va a permitir conocerlo en perspectiva y encontrar una ruta, un camino, por el cual recorrer con mi argumento”, comentó el docente.
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También, el hábito de la lectura ayuda a los estudiantes durante el proceso, otorgándoles la posibilidad de construir una voz y estilo propio.
“Leer no solo para investigar, sino para apropiarse de recursos, estrategias y técnicas de escritura”, agregó.
Errores comunes y cómo evitarlos
Según Marín Cuello, los errores más comunes en la redacción de ensayos están asociados a la falta de contacto con otros textos, provocando “una especie de flaqueza conceptual y práctica”, dando cabida a falencias en la estructura que, por lo general, terminan acompañadas de errores ortográficos y gramaticales.
“Entonces tenemos la introducción sin mucho contexto, una problemática expuesta de forma escueta y un argumento 'por salir del paso'”, sostuvo.
Igualmente, remarcó que algunos estudiantes, en el afán de cumplir con la disposición del docente, pretenden creer que el ensayo se compone únicamente de tres párrafos: introducción, argumentación de la tesis y conclusión, prediciendo del desarrollo de una idea realmente fundamentada.
“Yo creo, entonces, que debe leerse más, empezando por muchos docentes, y luego sí orientar la escritura. Porque también es importante construir el ensayo, al menos inicialmente, con apoyo del docente”, puntualizó.
En definitiva, el ensayo representa una posición fundamental dentro del proceso educativo, ofreciendo a los estudiantes las herramientas necesarias para articular y defender sus ideas de forma estructurada y fundamentada.
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La enseñanza de este formato es vital para que los jóvenes aprendan a enfrentar cualquier desafío intelectual, enriqueciendo de manera significativa el debate desde todo tipo de tribuna.