Una barranquillera, de 22 años, estudiante de administración de empresas, que tiene una gran seguridad en sí misma, de férrea disciplina, de absoluta autenticidad, de visible espontaneidad, de atrayente personalidad y que habla tres idiomas: alemán, inglés y francés, ha sido la ganadora del concurso de Miss Universo, el cual tuvo lugar en la ciudad estadounidense de Doral.
Antes de viajar al reinado expresó a los cuatro vientos de que nos traería la corona. Su padre quién la acompañó en todo momento no lo dudaba y también estaba convencido de que ella alcanzaría ese título. Su belleza impactó desde que recibió el cetro de Señorita Colombia.
Indudablemente ese triunfo de la belleza colombiana, se obtuvo después de 11 lustros, a pesar de que habíamos sido en varias ocasiones magníficamente bien representados. Tenemos una reina esplendorosa la manizaleña Luz Marina Zuluaga. Varias virreinas todas bellísimas, tales como Paola Turbay, Paola Andrea Betancur, Carolina Gómez, y Taliana Vargas.
Esa celebración desde media noche, empezó a sentirse en toda Colombia, particularmente en la Costa Caribe, sobretodo en su ciudad natal Barranquilla. Se adelantó el Rey Momo con su carnaval. Las redes sociales se infartaron y conmocionaron, tan pronto como se conoció que nuestra representante era la más bella del universo. Colapsaron los trinos haciéndole llegar sus merecidas felicitaciones.
La Alcaldesa de la capital del Atlántico Elsa Noguera dejaba translucir su felicidad y le decía a Paulina que su pueblo estaba con ella y que gracias por darles esa alegría. El Gobernador del departamento José Antonio Segebre no podía ocultar su emoción al manifestarle sus parabienes. Estos dos personajes vibraron, vitorearon, gozaron, bailaron, cantaron, dado que les llegaba al alma este premio que le habían otorgado a una mujer oriunda de esas tierras atlanticenses.
Sin embargo como en todas las cosas, existen personas que no le dan importancia a estos galardones, al igual que a nuestros triunfos deportivos, especialmente en el futbol. La frialdad, la subestimación, el no tener un sentimiento colombianista y a veces el desconocimiento y desinterés por el tema da origen a que miren con desgano, apatía e indiferencia estos certámenes.
Pero en mi caso todo aquello donde Colombia sobresalga, se note y brille desde luego en los aspectos asertivos, me satisface enormemente y me enorgullece, toda vez que mi Patria la llevo en lo más hondo de mi corazón. Aprendí a amarla y a respetarla. Además una exaltación a la hermosura de la mujer y que tenga que ver con nuestras beldades, debe ser invariablemente motivo de regocijo.
De otra parte hay que reconocer que Paulina Vega se preparó en todo sentido. Como ella misma lo expresó: "Trabajé no solo por mí sino por los colombianos"."Era un sueño personal, pero que toda Colombia anhelaba con todo el corazón". En el manejo de la pasarela, donde la vimos como dueña de la misma, en exhibir con estilo su vestuario adecuado, en demostrar equilibrio mental y buena conducción del humor y de la gracia.
Tuvo solvencia sin par en las relaciones con la gente, con sus compañeras y con el jurado. Todo ello sumado a su actitud positiva, a su singular lindura y a su despampanante cuerpo, produjo ante el jurado y ante el público fuera y dentro del escenario, los efectos afirmativos, que originaron su éxito.
De ahora en adelante iniciará sus normales giras por el mundo. Será por consiguiente nuestra gran Embajadora. Se enriquecerá de experiencias. Necesariamente en cada territorio extranjero que visite dejará una huella perenne y favorable, que servirá al buen nombre, al prestigio y a una buena imagen de nuestra Patria.
Curiosamente cuatro barranquilleras Shakira, Sofía Vergara, Valerie Domínguez y ahora Paulina Vega son y seguirán siendo personajes internacionales, admiradas por su belleza, inteligencia y ganas de ser las número uno en cada actividad donde desarrollan sus talentos.
