Parodia fenomenal

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Desde hace un año, tal vez un poco más, diferentes organismos especializados en los temas del ambiente venían emitiendo una serie de advertencias que indicaban el daño irreparable, que en el entorno de las personas y en la vida animal, causaría el fenómeno del niño en 2014.
Sin embargo, a pesar de la infinidad de anuncios y advertencias hechas, el clima, con toda su fuerza, inició su acción macabra en contra de las comunidades vulnerables, sin que hasta este momento los que debían reaccionar por una u otra razón, reaccionaran adecuadamente para prevenir una calamidad de infinitas proporciones.
No sé qué piensan ustedes, pero para mí, un país que aspira un crecimiento económico del 5% no puede darse el lujo de ver morir 30, 40, 50, o quizá 100 mil cabezas de ganado. Seguramente creceremos eso y con toda la sequía que nos persigue, el nivel de desempleo también descenderá. En el papel claro está, y en las cifras retocadas del gobierno y los camaradas que le seguirán lealmente otros 4 años.
Tal vez no sean 100 mil, quizá sean menos. Pero bueno, 100 mil cabezas de ganado y otro tipo de especies que se comercializan en los mercados nacionales e internacionales, es una cifra importante.
¿Y qué se puede decir de las decenas de especies que se han visto golpeadas por causa de las altas temperaturas y la falta de agua? Si no desaparecieron, es posible que en un futuro muy cercano desaparezcan sin dejar huella.
La verdad, ese cuento del crecimiento económico para este año, me parece una jugarreta más de un gobierno deshonesto que manipula las cifras económicas como quiere.
No sé si se acuerdan en qué clase de país estamos. Por si las moscas, como popularmente se dice por ahí, les recuerdo que estamos en Colombia. Estamos en "el país del sagrado corrupción". -Ya he explicado de mil maneras diferentes porque le llamo de esta forma.-
No es necesario profundizar más en el término que utilizo, simplemente pienso que Colombia es una colonia plagada de sinvergüenzas en donde se acostumbra maltratar a los hambrientos, y a alimentar abundantemente a los criminales que oprimen a las comunidades.
No voy a nombrar a nadie en particular, porque de pronto, algunos de los amigos que me he ganado gratuitamente estos últimos 3 años se indisponen un tanto conmigo. Y como en Colombia los de ruana no tenemos derecho a reclamar, la dejo de ese tamaño.
Así son las cosas en "el país del sagrado corrupción". Los pobres se mueren de hambre y de sed en las puertas de los hospitales; los padres no tienen como enviar sus hijos a la escuela, el colegio o la universidad; y los que se atreven a reclamar justicia a las autoridades o a opinar libremente, se van para la cárcel. Mientras, los criminales que acaban con la población a punta de cilindros bombas, o apropiándose de los recursos del tesoro público, viven felices comiendo perdices, perdón Caviar, en la Habana, México, Buenos Aires, Quito, Caracas, Estocolmo, Oslo, Paris y otro lujo de capitales.
Ah, se me olvidaba, existen unos aún más descarados que acostumbran viajar en crucero por el caribe y el mediterráneo. Y no faltan los personajes de la farándula -política claro está- que despilfarran el dinero de los contribuyentes en comerciales o cualquier tipo de publicidad política onerosa. No sé a qué tipo de candidato presidencial le caiga el guante.
En resumen, para mí amigos lectores, ese cuento del 5% de crecimiento y el descenso de la desocupación, no es más que una vulgar mentira. Hablando en términos ambientalistas, una fenomenal parodia para desviar la atención pública que caía en algún momento sobre los efectos del niño. Espero equivocarme, porque me gustaría que el crecimiento alcanzara incluso el 20%, siempre que ese crecimiento se pudiese traducir en mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos. Para que en el futuro, los niños de la Guajira no sigan padeciendo lo que hoy padecen.