De ciertas pistolas

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Francisco Galvis Ramos

Francisco Galvis Ramos

Columna: Contrapunto

e-mail: contrapunto@une.net.co



Consta en los anales de mi accidentada existencia que soy demócrata, de derecha, militante del lado de la ley y el orden y no siendo hora de cambiar de bando lo sigo siendo y lo seré para siempre.

El director de la Policía, General Palomino, respaldado por el ministro Iragorri, se propone introducir al país el uso de las pistolas Taser X2 cuya 'utilidad' consiste en inmovilizar a los seres vivos, en este caso a personas sean buenas, regulares o malas. O sea para eche con todos los marranos.

He propuesto que se ensayen dichos artefactos en las nalgas de los señores generales, ahora agrego que también en el fundillo del señor ministro, pero con descargas entre 5, 10 y 50 miliamperios, para que veamos de qué se trata ya que el asunto no es tan sencillo como lo quieren hacer ver.

En los Estados Unidos se han dado casos letales, al punto que la Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU, de la Florida ha pedido insistente a las autoridades que hagan claridad acerca de las muertes producidas con las Taser X2, como las de Maykel Barrera, Treon Johnson, William Sams, del joven colombiano Israel Hernández y quién sabe de cuántos más a manos de la Policía.

La cosa es de una sencillez abrumadora. Si se han registrado abusos con el uso de los populares bolillos, que han dado lugar a condenas indemnizatorias en contra de la Nación, dado el abuso de la fuerza, algo más cabría esperar del despliegue con las Taser X2. Al efecto recordemos aquel dicho: ‘‘más peligroso que policía estrenando bolillo’’.
Hasta el momento solo el alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, se ha pronunciado en contra del uso de esa arma para las prácticas policiales. Ni el de Bogotá, enredado en leguleyadas y contratos, como tampoco el de Medellín, han dicho esta boca es mía sobre la procedencia de las descargas eléctricas en sus jurisdicciones. Mala cosa porque no deben olvidar ellos que, siendo jefes de policía, tienen arte y parte en la discusión.

Los Derechos Humanos, los derechos de las personas a la vida y a la integridad física, les corresponde promoverlos y garantizarlos a todas las autoridades, a la fuerza pública y a los alcaldes por igual, porque fueron proclamados, no para enmarcarlos y decorar con ellos los despachos oficiales, sino para hacerlos realidades ciertas de todos los días y en todas la circunstancias.
Los propagandistas tapan descaradamente los probados antecedentes letales de la operación de estas armas por manos de agentes incompetentes, de irresponsables, de villanos que fueren.
Se comienza por decir que se trata de controlar el hampa común, pero de allí a utilizarlas para perseguir la protesta cívica o política no hay sino un delgado y corto hilo para reventar. Y lo veremos. O sea, que no a las pistolas Taser X2.
Tiro al aire: en la derecha se sabe más del valor efectivo de los derechos humanos que en la izquierda. O dígame lo contrario la federación de mamertos.