Buena esa, Taganga

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Por circunstancias ajenas a mi voluntad debí posponer la presentación de un artículo que exaltara el coraje demostrado por un grupo de ciudadanos oriundos de Taganga, Barú y otras

localidades del país que se levantaron, el pasado 25 de mayo, en contra de un sistema empecinado en menospreciar sus intereses. No obstante, hoy tengo la oportunidad de hacerlo, y a esas comunidades van dirigidas mis mejores intenciones.
Sí señor, coraje, porque los hombres y mujeres de una comunidad abrumada por la injusticia social levantó su voz en contra de la politiquería que domina este país, e hizo sentir el descontento que martiriza sus corazones maltratados.
Coraje, porque prefirieron el bien de la comunidad por encima de sus intereses particulares. Y aunque la clase dirigente corrupta intentó silenciar el clamor del pueblo, no fue posible porque un cambio de pensamiento se apoderó indiscutiblemente de la mente de aquellos que alguna vez se sintieron olvidados y débiles.
Hoy son muchos los que se atreven a levantar la voz -libres de compromisos sociales, políticos, económicos y personales- para combatir las estructuras ideológicas de izquierda o de derecha, que pretenden dirigir deshonestamente los destinos de una nación maltratada.
Al pueblo dolido que reconoce la justicia como fundamento esencial de la vida en comunidad, y se mueve en dirección de asuntos más nobles, no se puede engañar con regalitos y palabras almidonadas como lo hacían hasta hace un tiempo, los corruptos que se alinean en torno de la militancia partidista.
Eso ya no es posible. La Colombia de hoy, la que despertó del letargo en que se encontraba, no se agrupa en torno de ideales mezquinos o militancias fanatizadas que promueven procesos de paz deshonestos y el terrorismo, como mecanismos indecentes para asegurar la supremacía de un partido o grupo de partidos.
La Colombia de hoy no está interesada en ser liberal o conservadora, de derecha o de izquierda, sino en la consecución de ideales sublimes que la aproximen a los límites de la justicia y la equidad.
La única opción posible y válida para el pueblo colombiano en la actualidad, es aquella que promueva la dignidad del ser humano por encima de cualquier pensamiento egoísta. Eso ya lo entiende la nueva generación, y por ello, Taganga y otras comunidades valientes se manifestaron en contra de la corrupción y el clientelismo.
Dios quiera que en todo el territorio nacional, el próximo 15 de junio, el pueblo cansado de tanta injusticia se levante en contra de los que desean el mal para mi gente, de manera que los corruptos entiendan que no solo somos ciudadanos cuando votamos. Sino que también somos ciudadanos cuando valientemente nos manifestamos para aborrecer una dirigencia descompuesta, y para reclamar los derechos que se vulneran impunemente día tras día.
Animo Taganga, porque son más los que apoyamos aquella jornada histórica que nació en el corazón de un pueblo valiente, que los apoyan el maltrato dado a los colombianos los últimos 200 años.
En tus manos Colombia, y en las manos de todos los que te amamos, está la solución a los problemas que dominan dolorosamente la vida en comunidad. Taganga ya dio el primer paso, por lo tanto, es hora de que todos los que estemos cansados de tanta injusticia, levantemos la voz y nos manifestemos opositores de la política siniestra que gobierna para beneficio de unos pocos.
No nos dejemos engañar una vez más con discursos acomodados que prometen paz, prosperidad, cambios trascendentales y toda clase de cosas que nunca llegan a realizarse porque los que gobiernan, lo hacen únicamente para favorecer a los de su propia calaña.
Y porque ustedes cambiaron lo que había que cambiar, por eso digo orgullosamente una y otra vez: "Buena esa, Taganga."