No hay peor ciego…

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Payares González

Carlos Payares González

Columna: Pan y Vino

e-mail: carlospayaresgonzalez@hotmail.com



El 5 de septiembre de 2010 El Heraldo publicó una página cuyo titular decía: "Ciénaga: inundado de regalías… y de pobreza". El flujo de recursos recibido por el municipio por concepto de regalías desde 1996 fue de $236.284.149.504.

Sin embargo, "esa próspera joya arquitectónica que alguna vez fue el municipio de Ciénaga, empieza a mancharse y a oler como el lugar pantanoso que le da nombre".

El obsoleto alcantarillado erupciona cada vez que llueve en Ciénaga, presentándose un ambiente salpicado de materia propia de los inodoros en buena parte del casco urbano.

Sería como tapar el sol con las manos si alguien pretende negar que Ciénaga se encuentra apestada por el libre flujo de la fétida materia fecal. Un paisaje de "ensueño" sólo para especies coprófilas.

El 4 de noviembre el Hoy Diario del Magdalena publicó declaraciones del congresista Eduardo Díaz Granados Abadía, donde afirmaba que Ciénaga había recibido en los últimos seis años más de $173 mil millones de pesos por concepto de las regalías del carbón, y "la comunidad sigue soportando las inclemencias de la miseria". Díaz Granados pidió en sesión de la Comisión Cuarta de la Cámara de Representantes una urgente intervención de la Contraloría General de la República.

La proposición fue aprobada. Dijo el representante que "es increíble que al evaluar las estadísticas de Ciénaga, en lo referente a las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) el municipio tenga un 43% frente al promedio nacional, que es de 27%; cerca del 60% del casco urbano sin pavimentar, el 72% de la población vive en condiciones de pobreza, un déficit de vivienda cercano al 66%, y que en el desempeño fiscal (con reporte a 2008) este ente territorial ocupe el puesto 26 de 30 municipios del Magdalena, lo cual hace que los indicadores del manejo fiscal sean preocupantes". La reacción irascible del alcalde Gastelbondo García no se hizo esperar: en algunos medios radiales trató de entremetimiento lo declarado por el parlamentario magdalenense, como si el representante no tuviese derecho de hablar sobre lo que ocurre en el Departamento.

El 7 de noviembre El Heraldo publicó otra página completa titulada "Vacuna en Ciénaga: desde plata hasta pollo asado". Se refería a la penosa situación por la que atraviesa el comercio cienaguero victimizado en los últimos años por la extorsión. De manera simbólica casi todos los comerciantes de Ciénaga pegaron un aviso donde informaban "se vende este negocio". Este hecho no sólo ha afectado a los comerciantes, sino también a maestros, bicitaxistas, mototaxistas, pensionados y hasta concejales. El hecho mantiene en desasosiego a una parte considerable de la población cienaguera.

El 10 de noviembre el Hoy Diario del Magdalena editorializó sobre la lamentable situación social por la que atraviesa Ciénaga, a pesar de la gruesa suma de dinero recibida en los últimos años por concepto de las regalías del carbón. Se lamentaba el editorialista que "nadie sabe a dónde ha ido a parar ese pocotón de plata. O mejor dicho, sí se sabe, pero nadie conoce de ninguna acción judicial frente a los desmanes cometidos con esos recursos públicos […] No se necesitan estudios, ni informes, ni comisiones para constatar que las condiciones de vida de los cienagueros han ido de mal en peor. Mejor dicho, eso de la calidad de vida allá no existe […] En síntesis, sí se han robado las regalías como efectivamente ha sucedido en Ciénaga y otras partes del país. No se puede pasar por alto que gracias a esas regalías hoy hay millonarios de cuello blanco paseándose orondos frente a una comunidad que los mira con rechazo e indignación a quienes sin ningún escrúpulo se roban la plata de la gente pobre e impiden que salga de la miseria". Sin comentarios.

El 14 de noviembre el mismo diario publicó en página entera (Ciénaga: 'ejemplo' del despilfarro de las regalías), 46 hallazgos entre administrativos, disciplinarios, penales y fiscales encontrados en la administración de Ciénaga por parte la Contraloría General de la República, luego de una exhaustiva auditoría sobre el uso de las regalías.

Dice el informe que el año pasado el alcalde Gastelbondo García recibió $79 mil 473 millones por regalías y compensaciones. Y, es el mismo ente de control (no el periódico, como lo supone el alcalde municipal), el que asevera que "a pesar de contar con esos recursos no se alcanzó los niveles de cobertura mínimos como lo determina la Ley 756 de 2002 […] No se evidenció la ejecución del total de los recursos de inversión provenientes de regalías y compensaciones". El informe muestra detrimentos, despilfarros y otras falencias que han ocurrido con los dineros del municipio.

El 16 de noviembre el periódico EL INFORMADOR reveló la grave situación por la que atraviesa el Mercado Público de Ciénaga. El titular de una página completa, acompañada de fotografías, manifiesta que "en Ciénaga la economía informal crece como la espuma". Basado en un estudio realizado por la Universidad del Magdalena, dice el periódico que "desde hace varias administraciones en Ciénaga se presenta una reconocida problemática en relación con el uso y control del espacio público".

Después de presentar una serie de datos sobre la caracterización de los vendedores informales, el periódico manifiesta que "el área interna del Mercado ha sido convertida, por efecto de la desidia oficial del gobierno anterior y el presente, en un lugar para actividades delictuosas y de letrina pública. De esta manera, los problemas que se observan en el espacio público de Ciénaga develan una crisis social caracterizada, en este caso, por la apropiación "desordenada" del espacio público, lo que termina ocasionando un deterioro ambiental, un caos vehicular, una pérdida de derechos del peatón y una facilitación de diversas actividades que riñen muchas veces con las normas legales establecidas por el Estado".

La investigación realizada por la Universidad del Magdalena pone al desnudo la precaria situación del manejo del espacio público en Ciénaga. Entre más se deteriora la calidad de vida de los cienagueros, más se acentúa el fenómeno de la economía informal. Sin embargo, estas 'perlas' han sido consideradas por el Alcalde Municipal de Ciénaga como parte de una 'conspiración' de ciertos medios de comunicación y de algunos 'malos hijos' de Ciénaga. «No hay peor ciego que el que no quiere ver».



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