Cataca sin agua

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alvaro González Uribe

Alvaro González Uribe

Columna: El Taller de Aureliano

Web: http://eltallerdeaureliano.blogspot.com



"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos." (Memorable inicio de Cien años de soledad).

Desde que el presidente Santos suspendió con razón la inauguración del acueducto de Aracataca hace cerca de un mes porque la obra no se encontraba terminada, las tribulaciones del acueducto del pueblo donde nació Gabo se han propagado por toda Colombia. Y entre diversas noticias y crónicas que han circulado al respecto, como tantas veces en este país va quedando claro que estamos frente a una larga sucesión de actos de ineficiencia y corrupción que la Contraloría está investigando.

Nada extraño en Colombia, pero como se trata de un pueblo casi mítico donde nació nuestro Nobel y que además sirvió de escenario a su obra cumbre -pese a que esta ocurre en diversos pueblos del Caribe- la noticia ha trascendido nacional e internacionalmente. Aracataca, además, no es ningún pueblo pequeño y lejano: se encuentra a una hora y media de Santa Marta por una buena carretera y a cinco minutos de la Troncal del Caribe. ¡Oh Colombia ublime!

En la página de la Contraloría General de la República, aparece un detallado boletín de prensa titulado "La larga historia del acueducto de Aracataca: Desde 2006 se han celebrado 12 contratos por $ 10.741 millones y hasta hoy no hay agua". El inicio del boletín dice:

"Durante todo ese tiempo ha habido estudios deficientes, adjudicaciones equivocadas y suministros incompletos, entre otras irregularidades. La Contraloría General de la República tiene varias actuaciones en curso para lograr la recuperación de los recursos desviados.

El todavía frustrado Acueducto de Aracataca tiene una historia larga de estudios deficientes, ajustes de diseños, suministros incompletos, adjudicaciones equivocadas, deudas pendientes de convenios no liquidados, demoras en iniciación de contratos y demandas contra el municipio, hasta llegar a la reciente aplazada inauguración presidencial.

Así lo evidencia el seguimiento que ha realizado a esta obra, durante los últimos años, la Contraloría General de la República..." (http://www.contraloriagen.gov.co/web/guest/boletinprensa).

Con sobradas razones, ya hizo carrera referirse al agua con la expresión "el preciado líquido". Tan preciado, que premonitoriamente el mismo José Arcadio Buendía en Cien años de soledad describe su estado sólido como un diamante:

"Al ser destapado por el gigante, el cofre dejó escapar un aliento glaciar. Dentro solo había un enorme bloque transparente, con infinitas ajugas internas en las cuales se despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo. Desconcertado, sabiendo que los niños esperaban una explicación inmediata, José Arcadio Buendía se atrevió a murmurar: -es el diamante más grande del mundo -No, corrigió el gitano-. Es hielo". (Cien años de soledad).

Y pese a ese hielo de Macondo y también al "río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos" -el río Aracataca hoy con su caudal disminuido y contaminado por fertilizantes- derretir preciados diamantes de hielo será entonces la solución para que los cataqueros tengan agua potable.

Al igual que lo hacen algunos campesinos de Cumbal en el extremo sur del país con el fin de hacer helados, envolver bloques de gélidos diamantes en hojas de frailejón en la Sierra Nevada de Santa Marta y bajarlos en mula a Aracataca para convertirlos en agua a lo mejor sea posible, pese a que la agonizante cumbre blanca queda cerca de una semana camino arriba. Suena macondiano, pero en esas estamos, ¿no?