El siguiente paso

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Escrito por:

César Serpa Vega

César Serpa Vega

Columna: Opinión

e-mail: cesarserpavega@yahoo.com



Nuestra Santa Marta es hoy la única aspirante y por ende es muy probable que seamos la próxima sede de los XVIII Juegos Bolivarianos a realizarse en el año 2017, después de que la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo) y el Comité Olímpico Colombiano (COC) confirmaran oficialmente el retiro de la candidatura de la otra aspirante (Ciudad Bolívar, Venezuela).

Esta es una excelente noticia que nos produce inmensa alegría y orgullo a todos los samarios, pero a la vez también nos lleva al siguiente paso, que es el enorme reto de prepararnos como ciudad para tan importante evento internacional, y sólo contamos con prácticamente cuatro años para hacer todo lo necesario y pertinente.

Es justo y pertinente destacar la gestión y el gran esfuerzo diplomático hecho por el Alcalde actual ante los respectivos comités deportivos para que nuestra ciudad ganara primero la candidatura en representación de nuestro país, y luego en nombre de todos los países bolivarianos como futura sede de estos Juegos.

Ahora este mismo Alcalde tiene el inmenso reto de cumplir el cronograma planteado para que los Juegos sean una realidad, lo cual implica: la recolección de los enormes recursos económicos prometidos por el gobierno nacional en su carta de compromiso y apoyo, el inicio de las obras correspondientes, y sentar las garantías de continuidad para que dichas obras puedan ser culminadas e inauguradas por el siguiente mandatario, por supuesto dentro del cronograma definido.

El siguiente paso es la preparación de nuestra ciudad durante los próximos cuatro años para poder cumplir con ese gran compromiso internacional de forma destacada e inolvidable. En primer lugar hay que sortear la intrincada e ineficiente burocracia gubernamental que amenaza siempre con el incumplimiento y el retraso de los tiempos y cronogramas planificados. Si la Alcaldía no hace lo necesario a nivel institucional para hacer cumplir los pactos y la carta de compromiso del gobierno nacional, es posible que los desembolsos prometidos se demoren o en el peor de los casos se embolaten ó descompleten.

En segundo lugar está la selección del modelo de contratación y los respectivos contratistas para las enormes obras a realizar. Este punto es neurálgico ya que la transparencia y el cumplimento son vitales para el éxito del proyecto. La ciudadanía seguramente vigilará con lupa éste proceso con la ayuda de las poderosas redes sociales que ya no dejan casi nada oculto.

En tercer lugar está lo que personalmente considero el factor más importante de todo este histórico y trascendental proyecto: capacitar e involucrar a nuestro factor humano, es decir, a los ciudadanos en general (todo el sector educativo, niños, adultos, familias, vecinos, peatones, motociclistas, conductores de servicio público y particular, trabajadores de todo tipo, comerciantes formales e informales, todo el sector salud, toda la fuerza policial, todo el poder judicial, líderes comunitarios y políticos, etc.) ya que sin una fuerte campaña pedagógica y educativa que sea permanente e intensiva durante los cuatro años previos a los Juegos Bolivarianos, de nada servirá tener excelentes escenarios deportivos si cada uno de los habitantes de ésta ciudad no aportamos nuestro granito de arena con buen comportamiento, buena presentación personal y de nuestro entorno, buenos modales, amabilidad, trato respetuoso, solidaridad y disposición para ayudar en todo momento, hacer sentir a los visitantes como en su casa, esforzarnos por ser más tolerantes, anteponer el diálogo a la violencia, bajar el volumen de ruido, respetar las señales de tránsito, orientar y guiar siempre a quien lo necesite, colaborar con las autoridades, etc., en conclusión, todo aquello que podamos aprender por medio de programas y cátedras educativas permanentes en los colegios públicos y privados, en nuestros barrios, en nuestros trabajos, etc.

Mucha educación enfocada en urbanidad, civismo y cultura ciudadana es lo que nos hace falta con urgencia para reconstruir nuestro tejido social que actualmente está muy debilitado y también para recuperar ese sentido de pertenencia que hemos perdido por tanta desesperanza acumulada. Nuestro Alcalde actual debe ser consciente de eso porque proviene del sector académico.

Ojalá esos Juegos Bolivarianos nos una a todos los habitantes de Santa Marta alrededor de nuestro primer proyecto colectivo común. Si las cosas salen bien, en cuatro años al fin podríamos llegar a ser un verdadero Distrito civilizado y moderno.



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