Le llegó la hora a campo alegre

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



El drama de los propietarios de Campo Alegre ni despertó la solidaridad del país ni destapó lo que está sucediendo con la irresponsabilidad o corrupción de muchos constructores en este país. Pero además, "mutis por el foro" cuando hasta donde se sabe, es la Alcaldía -- no el anterior Alcalde, constructor de esa urbanización--, la que ha dado respuestas a medias.

Se necesitó que ocurriera la tragedia de Medellín con las torres Space, con muertos, desaparecidos y arruinados de por medio, para que el país, y sobre todo, el Gobierno reaccionara. ¿Qué pasa entonces en Barranquilla que la situación de los afectados en la tristemente célebre urbanización no ha logrado llegar a donde toca ni poner en la picota pública a los verdaderos responsables? Pocas víctimas se han sentido tan abandonadas como estas que cometieron "el pecado" de realizar su sueño de vivienda propia en Campo Alegre.

Algo sucede en nuestra ciudad porque cuando ciertos personajes están involucrados, todo el mundo se hace el loco. Basta con recordar como muchos le hacían la venia a Silvia Guette.

Pero la tragedia de Medellín en El Poblado está destapando dos problemas que les quitan el sueño a muchos colombianos. Y los dos, a cual más de graves, son claros. El primero, del cual pocos alcaldes se salvan incluyendo a los de Barranquilla, tiene que ver con el famoso POT.

¿Por intereses non-santos se están dedicando zonas de las ciudades con serios problemas en sus suelos a la vivienda de todo tipo? Aunque es aún prematuro, ya hay versiones sobre esta posibilidad en el caso de las torres Space, lo que tiene temblando a mucha gente que ha invertido grandes recursos en esas inmensas torres que se observan en las lomas de Medellín. Si esto se llegase a comprobar como causa, lo tendrán que pagar Alcaldes y funcionarios, que por razones que deben explicarle al país, dieron autorizaciones inapropiadas.

El segundo tienen que ver con la calidad de la construcción. Se habla de malos materiales, de errores de diseño, todo por horrar costos. Y en este caso de corrupción, que termina en muertes y ruina de mucha gente, entran en el foco reconocidas firmas constructoras del país, y además las curadurías.

Lo que más sorprende es que a raíz de lo sucedido en el Poblado, la cantidad de denuncias sobre malas construcciones en todo el país, salen permanentemente a la luz pública, luego este no es un problema menor, y al Gobierno le toca actuar ya.

Pues bien, le llegó el momento a Campo Alegre. Si todos los perjudicados con esa mala construcción no aprovechan este momento de efervescencia y calor, se quedarán por siempre en el olvido, sufriendo en carne propia la irresponsabilidad o la corrupción o a mala actuación de reconocidos funcionarios públicos y privados.

Es la hora de hacer conocer de las instancias del Gobierno central, porque el local ni se inmuta, las profundas dificultades que están pasando para que con la autoridad de por medio, les den verdaderas soluciones a semejante problema.

Se trata aprovechar la coyuntura, ahora que el Gobierno ha entendido a las malas que no ha tenido suficiente presencia en el sector de la construcción. Este Boom de edificios en muchas ciudades, necesita control público y seria presencia del Estado colombiano. Se trata de dialogo abierto y no de protestas agresivas. Por fin le llegó la hora a los damnificados de Campo Alegre.