Colombia en dos frentes

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Escrito por:

Jorge Caicedo Correa

Jorge Caicedo Correa

Columna: Opinión

e-mail: jcaicedoster@gmail.com



En el frente externo, en geopolítica lo primero que se aprende es que los países no tienen amigos sino intereses.

Dentro de ese marco jurídico, Jamaica hace su reclamación a Nicaragua en forma individual y Panamá va a iniciar sus conversaciones bilateralmente.

Honduras se convirtió en una incógnita y Costa Rica inicialmente apoyó el fallo de La Haya pero los últimos acontecimientos en su frontera con el Río San Juan la ha obligado a cambiar de parecer y asumir una actitud beligerante contra Nicaragua.

Colombia declaró inaplicable el fallo de La Haya de noviembre del 2012 hasta tanto no haya una revisión, un tratado, acuerdo o consenso.

En este punto, nos toca a los colombianos sobre todo a los de San Andrés, estar muy pendientes porque tenemos el antecedente que en 1952 con una nota diplomática (GM-542), nuestro presidente encargado Roberto Urdaneta Arbeláez reconoció la soberanía de Venezuela sobre los islotes de Los Monjes estando un islote a 31 kilómetros de la costa de La Guajira.

En la actualidad, todos los países mencionados están unidos con Colombia para frenar el expansionismo nicaragüense que se quiere tragar el Caribe.

En el frente interno, los guerrilleros liberales de Guadalupe Salcedo de 1950/3 evolucionaron al narcotráfico, secuestro y extorsión.

El señor Presidente Juan M. Santos pidió acciones a las Fuerzas Armadas y la Policía capturó el 8 de julio/13 al cabecilla del Eln, Homero Calderón, alias Solarte en una zona selvática de Morales Bolívar, responsable de los secuestros de tres ingenieros colombianos, dos peruanos y un canadiense, pero el Juez de conocimiento de Cúcuta le otorgó a Calderón a pesar de su peligrosidad casa por cárcel en Villa del Rosario, población fronteriza con Venezuela. Lógicamente se fugó.

Con esta clase de jueces que no consideran un peligro para la sociedad a avezados delincuentes que andan con una escolta de 80 hombres, que para capturarlo fueron necesarios seis meses de seguimiento con avión espía y que con una firma desbaratan toda una labor de inteligencia se hace casi imposible ganar la guerra a la delincuencia organizada porque se forma un carrusel.

Con las Farc se está en una agónica negociación, han surgido escollos, como el del secuestro extorsivo del concejal de Palmira, Oswaldo Díaz.

Un vocero de las Farc pidió doscientos millones de pesos por su liberación, para después ordenar su asesinato porque se enredó sentimentalmente con una guerrillera. Son los dueños de la vida, los bienes y la honra de los colombianos.

Para presionar en la mesa de diálogos de La Habana, están demostrando que tienen capacidad de terrorismo, han volado oleoductos, derribado torres de interconexión eléctrica, voladura del ferrocarril, y carros bombas en carreteras.

Hacer terrorismo, explotar la vía férrea, volar torres es fácil, lo difícil es construir.

Colombia, para la confrontación en los dos frentes, necesita solidaridad y firmeza, en el frente externo estamos unidos, con una decisión políticamente acertada, pero jurídicamente polémica.

En el frente interno hay que analizar qué pasa con los jueces, porque las Fuerzas Armadas no pueden solas ganar la contienda al narcoterrorismo sino acompañadas del poder judicial y político. Los pueblos son los que ganan las guerras.