Del cadete Santos a la canciller Maria Ángela Holguín

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge Caicedo Correa

Jorge Caicedo Correa

Columna: Opinión

e-mail: jcaicedoster@gmail.com



Indudablemente los últimos discursos del Señor Presidente Juan Manuel Santos por el resultado del fallo de La Haya del 19/09/12 que hay que rechazarlo por inaplicable sin usar tecnicismo que se acata pero no se cumple han estado cargados de emotividad con sus gratos recuerdos como marino cuándo patrullaba el Archipiélago de San Andrés.

El fallo se rechaza, no puede ser acatado porque es jurídicamente inconsistente, altera la estabilidad del área, (ver la posición de Honduras, Costa Rica, Jamaica y Panamá), altera el equilibrio ecológico, y lo más importante vulnera el derecho de los raizales de San Andrés. No los tuvieron en cuenta.

Además, la sentencia tiene que ser interpretada y aclarada por la CIJ, que alcance tiene y Colombia debe interponer el recurso de revisión, porque en ella se desconoció el derecho fundamental de los pescadores de San Andrés que son los habitantes ancestrales y la existencia de una gestión de Nicaragua para su canal interoceánico con China que se desconocía durante el juicio.

Este fallo en forma correcta, con la firma de los países afectados de la cuenca del Caribe se llevó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para en un juego puro de diplomacia donde esperamos el éxito de nuestra Canciller Maria Ángela Holguín ese organismo defina la situación y Colombia pueda permanecer tranquila en los derechos que siempre hemos tenido en el área.

La Canciller con su acento de clase alta bogotana y sus genes dominantes desde la conquista en forma acertada y llana explica el desastre jurídico qué heredó, fue interpelada airadamente por el expresidente Andrés Pastrana, pero estoy de acuerdo con ella, los hechos hay que sacarlos a la opinión pública, los problemas que se esconden no se solucionan. ¿Qué pasó?

Sobre la segunda demanda de Nicaragua, la plataforma continental extendida a 150 millas náuticas. Esto es llegar con su mar territorial casi frente a Cartagena, aparte de ser un exabrupto, porque se desconoce nuestra plataforma continental, lo hace jurídicamente por la Convención del derecho del Mar Convemar que Colombia no la adoptó. Luego se debe rechazar.

Por haber sido alumno del Internacionalista Alfredo Constain hace 50 años y haber departido en Cartagena en esa época con persona mayores nacidas en la Costa de Mosquitos que cuándo Colombia la cedió en el tratado Ezquerra Bárcenas ellos se acogieron libremente a la ciudadanía colombiana, no me explico si Nicaragua lo rechazó porque Colombia no reclamó esa parte de nuestro territorio entregado alegremente, a la bulla de los cocos como decimos coloquialmente en la costa.

Esas personas, similares a los raizales de San Andrés, nacieron colombianos en la Costa de Mosquitos, murieron como colombianos en Cartagena y de acuerdo al inaplicable fallo de La Haya a los isleños les puede suceder lo mismo, haber nacidos como colombianos y morir con ciudadanía escogida.