El verdadero fin del mundo

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alvaro González Uribe

Alvaro González Uribe

Columna: El Taller de Aureliano

Web: http://eltallerdeaureliano.blogspot.com



Nunca le he parado bolas a las teorías, "profecías" o rumores que anuncian que el mundo se acabará en cierta fecha. En primer lugar, porque no les veo razones serias, y, en segundo lugar, porque no encuentro sentido pensar en eso. Claro, es muy seguro que el mundo se acabará, pues he visto que todo se acaba -o se transforma-, no sé si sea en un día, en un minuto o en un proceso, pero que se acabará ¡se acabará!

Esto lo digo a propósito de la famosa profecía maya en la que muchos creen, según la cual el próximo 21 de diciembre ocurrirá el fin del mundo, aunque tiene muchas variaciones menos catastróficas algunas.

¿No será que más bien el mundo en vez de acabarse comenzará de verdad el 21 de diciembre o dentro de poco?, ¿un mundo mejor? Prefiero creer que el actual fue una "prueba-para-ver-si-sí", pero pensando mejor, si este fue una "prueba-para-ver-si-sí", no nos merecemos otro y mucho menos mejor que este; no fuimos capaces con tanto...

Nos dieron de todo, o mejor, nos prestaron de todo, y seamos sinceros: ¡qué malos administradores hemos sido! Todo lo dañamos, lo ensuciamos, lo matamos, lo agotamos, lo succionamos.

El ataque verde nos dio demasiado tarde. El afán de sostenibilidad, de protección del medio ambiente y esas hierbas llegaron cuando quizás ya para qué, o, en el peor de los casos, muchas veces se trata de pura moda, de falacia o de populismo.

Pese a los anuncios, o mejor a los hechos reales, algunos creen que este asunto es carreta, y que los ambientalistas son unos loquitos fundamentalistas. Quizás hayan loquitos y fanáticos, en todas partes los hay creyendo o descreyendo de algo, así lo de loquito sea relativo.

Los cruentos inviernos y sequías, los huracanes poderosamente destructores, los temporales de toda índole, el incremento de los niveles de los mares, los deshielos, el calentamiento global y demás fenómenos entrelazados, son muestra fehaciente de que algo está ocurriendo.

Algunos dicen que se trata de un fenómeno "normal", o mejor "natural", cíclico, que nada tiene que ver con la acción humana. Sin embargo, hay pruebas científicas de que ello no es así. Nosotros somos quienes usando y abusando de la Tierra y de sus recursos, hemos causado y estamos causando semejante desastre que ya comenzó.

Hoy la gran pregunta es si esto se puede parar, y no solamente parar, sino recuperar. Labor bien difícil, pues hay que comenzar por convencer a quienes piensan que esto no es cierto y a quienes sabiéndolo no les importa porque quieren vivir el ahora cómo sea, sin importar el mañana no solo de sus hijos y nietos y ojalá de más descendientes, sino el mañana de ellos mismos. Miopía total o irresponsabilidad.

Por eso creo que el mundo ya se está acabando, poco a poco y cada vez más rápido. ¿Cuándo será el final total? No lo sé. Pero los mayas y muchos más tenían y tienen razón, así no sea en la fecha ni en la duración del fin.

Todos somos causantes en mayor y menor intensidad. Unos a gran escala: los grandes países desarrollados y sus fábricas; y otros a pequeña escala pero que somos millones: nosotros, cada uno realizando miles de actos cotidianos que sumados también destruyen y arrasan.

Sin duda las políticas ambientalistas han fracasado y hay que modificarlas, no por parte de los gobiernos, que ya vimos no les interesa (como a los nuestros), sino por parte de los "loquitos". Quienes seguimos contaminando a grande y pequeña escala seguirán y seguiremos así. Nos entra por un oído y nos sale por el otro, con humo y todo. O no nos entra.

Algo hay que hacer para cambiar la estrategia. El ser humano nunca ha tenido en su historia una tarea más importante que esta: salvar el planeta, ¿qué tal?, parece una revista de comics, ¿seremos capaces de ser superhéroes?