¡Tres mil miserables dólares!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Francisco Galvis Ramos

Francisco Galvis Ramos

Columna: Contrapunto

e-mail: contrapunto@une.net.co



Lo que vale la virginidad de un hombre y eso que en subasta pública: 3.000 miserables dólares, en tanto que la virginidad de una dama alcanzó la suma de 780 mil dólares.

La puja la realizó un canal de televisión australiano. De ella se sabe que es brasileña y no tan garota, pero con cierto atrayente aroma.

Del muchacho nada adicional se ha dicho y bien podría tratarse de un seminarista hasta ese día de saco apretado y fajo de cerdas punzantes a la cintura.

De la que se perdieron por tempraneras las prepagos que revolotean por hoteles y bares de postín quienes, a lo sumo, podrían entrar en licitación a título de segundas de primera.

Se me ocurre que estas no alcanzarían ni la mitad de la abultada cifra, dados los castigos y depreciaciones a que se verían sometidas por el uso en mil batallas comprometidas.

Y hay otras que ni la mitad de la mitad y son aquellas que ya casi cincuentonas costean reparaciones allí donde la naturaleza manda, entre ellas el achicamiento de la puerta de toriles.

Vaya si es cierto que sufre más el velón que el dueño de la olla. Ahora el fiscal general del Brasil, Joao Pedro de Saboia, solicita se le abra investigación penal a Catarina Migliorini, que así se llama la nueva rica.

El arrebatado funcionario destaca que la señorita de 20 años estaría incurriendo en "tráfico sexual" y pide "que no se permita que se concrete el delito", por lo que pide su deportación.

Ahora, si el fiscal Saboia estima que Migliorini está en trance de ejercer la prostitución, lo que debería hacer sería poner un ejército de fiscales a la entrada de moteles y pensiones.

No habría otra manera, aunque ineficaz, para perseguir en caliente la profesión más antigua del mundo, como de siempre se la ha denominado, que devolviendo los clientes a las puertas de aquellos hospicios.

Estemos atentos porque aquel acto se consumará en un vuelo entre Estados Unidos y Australia, de donde le será difícil al fiscal general Saboia imputarle cargos a la señorita Migliorini y al sátiro japonés ganador de la subasta.

Restaría aconsejar a la pareja para que no consume el acto sobre espacio aéreo colombiano, porque se les sube al avión el ministro de Hacienda a recaudar el IVA del 16%, por parecerle similar al servicio de salud prepagada.

Tiro al aire: como reza el dicho, Migliorini podría proclamar: "lo que se ha de empeñar que se venda."