Paradigmas: oscurantismo o desarrollo científico

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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



En Psicología se define paradigma como: "Acepciones de ideas, pensamientos y creencias incorporadas, generalmente, durante nuestra primera etapa de vida, que se aceptan como verdaderas o falsas sin ponerlas a prueba de un nuevo análisis". Por su parte Khun, conceptualiza el término en cuestión de la siguiente manera: "Conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un periodo especifico de tiempo".

Como se puede observar, las apreciaciones dadas en diferentes áreas de la ciencia tienen un trasfondo singular y único en relación con la forma en la que se concibe el mundo que nos rodea, aunque Khun, siendo más específico, acota la temporalidad de esos pensamientos y creencias, dando la sensación de que éstos tienen una duración finita y pueden ser transformados.

Lo innegable del asunto, es que lo paradigmático es franqueable y no inmutable. Los paradigmas están porque el hombre y la comunidad los ha aceptado como verdaderos. Las creencias y los pensamientos científicos de origen paradigmático no pueden permanecer inmutables, sino en evolución, en otras palabras, deben cambiar y fenecer para que la ciencia crezca y se desarrolle.

El pensamiento latinoamericano, como todos lo sabemos, ha girado durante los últimos cincuenta o sesenta años en torno de cierta ideología que concibe el desarrollo social y humano, apartado de las realidades globales. El resultado de este fenómeno, la pérdida de cincuenta o sesenta años de desarrollo y prosperidad. La apertura económica y el libre comercio, dicen los gurúes de la economía, los sindicatos y la izquierda latinoamericana trae inmersa, consigo misma, pobreza, hambre, desempleo, quiebra de la industria nacional, y dependencia política y económica.

¿Cuándo se va a tomar conciencia que este tipo de pensamiento, y creencias tan pobres y mediocres son las causantes de esos mismos fenómenos (pobreza, hambre, desempleo, etc.)?

Brasil, el gran león suramericano, que es precisamente gobernado en la actualidad por los trabajadores y los sindicatos, y es una de las diez más grandes economías abiertas del planeta lo percibió. ¿Por qué Colombia y los colombianos no?

¿No fue necesario acaso, franquear, destruir y derrumbar la barrera paradigmática que se oponía al desarrollo, al progreso y a la prosperidad en Brasil para lograr el

objetivo propuesto? Por supuesto que sí. Entonces, ¿por qué no se habrá de derrumbar toda barrera paradigmática que detenga, entorpezca y retrase el desarrollo de la ciencia? ¿Por qué se desgastan los hombres de ciencia tratando de oscurecer y complicar la generación de nuevo conocimiento? ¿Acaso cada una de esas escuelas y tendencias del pensamiento científico son guardianes de una verdad absoluta?

No es desconocido, en forma alguna para el hombre, que la ciencia ha permitido incuestionablemente, alcanzar lo inalcanzable gracias al ingenio y la capacidad creadora de la mente humana, entonces, ¿por qué el mismo hombre se encarga de crear concepciones confusas y complicadas acerca de la forma de hacer ciencia?

La ciencia no puede confundirse con oscurantismo, religiosidad o fanatismo, practicas en las cuales los ritos son sagrados y deben realizarse tal y como fueron concebidos en el pasado por las comunidades antiguas. En este tipo de eventos, no hay forma alguna de que la ritualidad se dinamice, gracias a Dios, porque los perjuicios para la humanidad serían aún mayores.

Los paradigmas como lo dice Khun, han sido temporalizados y demarcados en el tiempo, por lo tanto, no deben superar esos límites. Limites que al fin y al cabo, la misma ciencia y la genialidad del ser humano tendrán que derrumbar, para imprimir un desarrollo acelerado y para asegurar el progreso de la humanidad.

Los paradigmas científicos, están para señalar las limitaciones tecnológicas que se tienen en el presente, no para impedir el paso hacia un mundo nuevo y mejor. La ciencia ha de ser abierta clara y precisa, y no limitante oscura y cerrada, como hoy muchos intelectuales la quieren presentar.