¿Y el álbum de Galán?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alvaro González Uribe

Alvaro González Uribe

Columna: El Taller de Aureliano

Web: http://eltallerdeaureliano.blogspot.com



Ya he manifestado que no pienso que la serie sobre Pablo Escobar sea apología del delito, y que por el contrario muchos colombianos despistados apenas se están dando cuenta de que el delito no paga, pese a que no faltan quienes tengan esa alma de criminales que no creo se les alborote por una serie de TV.

Sin embargo, tanto para la historia como para la información y formación de los ciudadanos es justo y equilibrado que más a menudo también se presenten series sobre otro tipo de personajes.

Quizás en principio las programadoras de TV no lo vean rentable dado el gusto del público por ver sangre, tetas y violencia. Pero gran parte de nuestra TV se está quedando en la búsqueda de un rating facilista. Ya tiene la fórmula y ahí vegeta sin hacer mayores esfuerzos creativos en desmedro del arte dramático, de su responsabilidad social y en un futuro de su propia rentabilidad, porque tarde que temprano la gente se cansará de lo mismo.

¿Por qué no explorar series sobre la vida de personajes tales como Luis Carlos Galán, Lara Bonilla, el coronel Jaime Ramírez Gómez, Bernardo Jaramillo Ossa, o sobre grandes deportistas sin oscuridades como el Pibe Valderrama, Cochise y tantos más que bastantes hemos tenido y tenemos?

Don Guillermo Cano por ejemplo es un héroe cuya vida merece ser dramatizada, y no se preocupen, que en su serie también saldrían escobares y popeyes, solo que desde el enfoque de don Guillermo y como personajes secundarios.

García Márquez tiene mucha vida vivida para ser contada, al igual que otros escritores como Mejía Vallejo, Jorge Isaacs, Clemencia Tariffa o Barba Jacob; y ni se diga de pintores como Obregón o Débora Arango, o escultores como Rodrigo Arenas, para sólo hablar de algunos.

Bueno, y por desgracia hasta sangre y violencia encuentran rodeando a algunos de ellos, para que tristemente no "se aburran" algunos televidentes.

Dirán que son vidas con poca emoción para ser llevadas a la TV, pero nada más absurdo, precisamente ahí está el facilismo. Para un buen guionista, productor o director cualquier vida es un mar inmenso de emociones y hasta de suspenso, mucho más si se trata de personajes como los mencionados, cuyas vidas no fueron ni han sido fáciles y han triunfado con la admiración de todo un país que los aclama y los tiene de ejemplo. Un país que además quiere conocer los detalles de sus vidas.

Al parecer muchos productores de TV y de cine, y hasta editoriales legales o piratas, definitivamente están pasando por un período de sequía creativa y de pereza mental. En el caso de las editoriales -dicen que esta es pirata- es representativo el álbum sobre Pablo Escobar que se está vendiendo en algunos sectores de Medellín.

Es solo un caso de consumismo y no creo que se trate de admiración al capo. Simplemente un oportunista se aprovechó de la serie y armó negocio. Estoy seguro de que muchos de los compradores no son conscientes de quién fue exactamente Escobar, y por igual hubieran comprado cualquier otro álbum del Joe Arroyo, Jairo Varela o Falcao. De hecho lo hacen bastante, no es el primero ni el último álbum sobre diversos personajes, programas o temas.

A ver quién me financia la idea de editar un álbum sobre Luis Carlos Galán. ¿Por qué no? Aunque confieso que tengo un problemita difícil de resolver por cuenta propia y no sería ético con los compradores: el álbum saldría incompleto porque varias láminas (o monas o caramelos que llaman) me faltarían por publicar y vender, en especial las referentes a quienes soterradamente atacaron a Galán en vida y, por supuesto, gran parte de los implicados en su asesinato.

Aldaba: Eso no fue uno que simplemente no vio un elefante en la sala de su casa, fueron muchos que no solo no lo vieron en la sala sino que tampoco se dieron cuenta cuando brincaba, bailaba, se paraba en la trompa, hacía vueltacanelas y se emborrachaba en la cocina, en la alcoba, en el balcón y en el cuarto de los niños.