Un segundo de respiro

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Edmundo Jiménez Valest

Edmundo Jiménez Valest

Columna: El Hurón

e-mail: edmundo_jimenez@yahoo.es



Del Cauca y sus habitantes, en especial, los indígenas nasas, ha corrido ríos de tinta y muchas toneladas de papel, no desde hoy, sino hace 400 años. Por ello, no me referiré de manera específica a los sucesos acaecidos reciéntemente en el hermoso departamento del Cauca, con lo pedido por los indígenas al gobierno nacional, de retirar las Fuerzas Militares de su territorio.

Pero es necesario referirme al abandono y la discriminación en que el Estado ha sometido a este grupo étnico históricamente. Su cultura, sus costumbres, modo de vida ancestral, no ha sido respetada, por lo contrario, le han violado todos los derechos que les pertenecen de tiempos inmemoriales.

Han transcurrido 400 años de explotación, miseria, humillación y discriminación, hoy, los indígenas nasas se encuentran padeciendo esas mismas vicisitudes de parte del Estado. Nada ha cambiado para ellos; el tiempo se detuvo. Los esclavizaron ayer, hoy siguen igual; son esclavos de la guerra que tanto los grupos al margen de la Ley - guerrillas- paramilitares y bacrim- y el Estado le han planteado. Los conquistadores españoles, al igual que los habitantes criollos "blancos" del Cauca, saquearon sus fuentes de riquezas, su cultura; violaron a las mujeres, niñas y niños; murieron y siguen muriendo por la guerra y las enfermedades pandemicas. Hoy los nasas caucanos se encuentran sumido en la pobreza y la miseria. Están olvidados tanto por los gobiernos nacional y regional. Los gobernantes rancios del Cauca piensan y así se los creen, que todavía pueden manejar a su antojo a los indígenas e imponerles sus condiciones llenas de miseria y muerte con el fin de despojarlos de sus tierras que hoy tanto defienden, no importando con ello si pierden sus vidas.

Entendieron que estar en medio del conflicto armado, que no es de ello, ni producido por ellos, pero que definitivamente los afecta, amen si el gobierno nacional, lo sabe, lo entiende, más sin embargo no ha tomado medidas al respecto, tomaron la decisión- sabia o no- pero que coloca al Estado en la necesidad de fomentar mesas de diálogos - concepto bastante sabio y saludable- de darle una situación definitiva al conflicto, como es la solicitud de que las Fuerzas Militares asentadas en su territorio, salieran de el, al igual que el grupo armado de la Farc, que, entre otras cosas, en vez de generar bienestar, les ha traído ruina, miseria y pobreza, acompañado de muerte y desaparición forzada, convirtiéndose eso en delito de lesa humanidad.

¿Será que con la posición asumida por indígenas nasas, resuelven su conflicto y la situación de abandono en que se encuentran sus comunidades?. No. La solución está en que el gobierno nacional y regional, inviertan socialmente en esas comunidades. Salud, educación, vías terciarias, empleo y, seguramente, de esa manera se elevaría su nivel de vida. Igualmente, es necesario que las Fuerzas Militares asentadas en sus territorios, vean a esas comunidades como parte de Colombia, no sólo para estar echando balas a quienes se encuentran en ese territorio, sino también para generar el respeto, apreciar su cultura y enseñarles a valorar su presencia en esos territorios.

El Estado y este gobierno, sabe que tiene una deuda histórica para con estas comunidades, entonces, es la oportunidad de cumplirles y de decirles que la solución a sus problemas, no está en el retiro de las autoridades militares de sus territorios, sino por el contrario, que su presencia se traducirá en progreso y mejor desarrollo.

Pero es deprimente resaltar que desde que llegaron los piratas aseñoritados de esa España violenta a robarse las riquezas y esclavizar a los pobladores indígenas de nuestro continente, esos pueblos no han tenido un minuto de reposo. Los que no murieron fueron aniquilados por las enfermedades y los poquitos resguardos asentados en el cauca, han sido objeto de todos los atropellos habidos y por haber por pare de los "blancos caucanos" para robarles sus tierras y propiedades rurales ancestrales. Admirado estoy y, no me explico, como han hecho estas comunidades para sobrevivir en medio de la violencia que se ha generado contra ellos. Lo que piden los indígenas nasas, lo vienen solicitando hace bastante tiempo.

Que se respete su neutralidad en el conflicto armado; que se respeten sus vidas y sus territorios. No es cierto que los nasas le hacen el juego a los grupos armados ilegales, por lo contrario, son ellos las primeras víctimas de esos grupos armados; son ellos los que han sufrido las consecuencias de las minas quiebrapatas colocadas por las Farc para proteger las rutas del narcotráfico. De forma, que esa acusación de complicidad colectiva con las Farc, queda demostrado que no es cierta. Entonces. ¿Por qué del reclamo airado de los nasas y la resistencia a la presencia de los militares en su territorio? La respuesta tiene que ver que los militares en la mayoría de las veces, en tanto de proteger a esos pueblos, le genera miedo, como cuando han asesinado a algunos miembros de la comunidad nasa, aún sin resolver. Y es por ello que esos pueblos indígenas del Cauca, en el momento de la refriega, porque fue lo que hubo y no una guerra, como así lo quisieron hacer ver, con ello, vivieron un segundo de respiro, dentro de esa vida mortificada en que viven.



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