¿Armas?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Manuel Vives Noguera

Manuel Vives Noguera

Columna: Opinión

e-mail: mvivesnoguera@hotmail.com



El debate de si los particulares deben o no tener y portar armas de fuego siempre ha dado que hablar. Se me ha conocido por mi radical posición frente a las armas en cuanto a que las personas sí deben portarlas siempre que puedan, deban, y especialmente sepan hacerlo, pues portarlas implica un adecuado comportamiento, tal como el que implica manejar un vehículo.

No sé qué piensan en Bogotá, pero si hay algo claro es que lo que allá piensan no se parece en nada a lo que sucede en Santa Marta y en el resto de Colombia, excluyendo Medellín y Cali.

Recuerdo que el alcalde Char manifestó en su gobierno que "sí se iban desarmar, pero no a las personas honestas sino a los bandidos por cuanto en las calles de Barranquilla no debía haber ningún arma ilegal" y en ello coincido porque los colombianos tenemos no solo el derecho a defendernos sino además se supone que en nosotros está el poder soberano y si ello es así por qué razón pretende el Estado desarmar a los ciudadanos que han mostrado un comportamiento decente frente al tema del porte de armas, como queriendo ilimitar su poder, recuérdese la frase que obra en la parte superior de las altas cortes " Las armas os han dado la libertad…" y las leyes no han cumplido su cometido, que tan libres somos si no podemos defendernos, Colombia debe todo lo que tiene y lo que tendrá a la posibilidad de tener un arma e imponer el orden, el expresidente Uribe en voz baja y sin tanto protagonismo fortaleció a Colombia con la seguridad permitiendo que se portaran armas por los particulares que tienen cierto riesgo y por personas que pudieran ayudar a la manutención del orden, entre ellos redes de particulares que interactuaban con el Estado.

En Santa Marta está demostrado que prohibir el porte de armas genera más inseguridad pues los violentos y los delincuentes se valen de ello para matar a los honestos y decentes, claramente ello sucedió con el diputado del Magdalena «Chiri» Castillo a quien ultimaron en un momento en que los delincuentes sabían que el porte de armas estaba prohibido, pues los legales obedecemos la ley pero los delincuentes siempre tienen prohibido el porte de armas por cuanto estas son ilegales e indocumentadas.

Los requisitos para portar un arma no están mal, está mal que no se le permita a más personas acceder a las armas porque los trámites son corruptos y las armas son extraordinariamente costosas, para un ejemplo una pistola calibre 9 mm que en otro país tiene un valor de 400 US$ en Colombia la misma pistola tiene un valor de 2500 US$, por ello, no todos los colombianos tienen acceso a las armas y no es posible que un campesino que muchas veces requiere de una escopeta pueda tener una situación legal frente a su arma de fuego, que no solo le brinda un poco de protección sino que además usa como compañero de cacería, deporte que hoy se ve como de barbaros cuando fue este el que le brindó alimento a la humanidad por siglos junto a la pesca, así una escopeta apta para cacería en Colombia tiene un valor aproximado de 1000 US$ y en otros países no supera los 200 US$, lo cual es inaudito, injusto e inequitativo.

Hace ya unos días advertíamos la pérdida del control de las riendas de la seguridad en Colombia, lo cual no notan los bogotanos, caleños ni paisas, pero quienes vivimos esta orda de inseguridad de la cual es fiel prueba un paro nacional armado, que deja a las ciudades y departamentos intimidados y a lo cual el Presidente de Colombia responde rompiendo un papelito o panfleto sin más resultados, no nos queda sino defendernos nosotros mismos y ahora no quieren dejarnos privándonos de las armas.

Qué hay de los que practican deportes con armas, no tienen derecho a usarlas, no tienen derecho a llevarlas a donde vayan, acaso las armas son todas iguales o se equivocan en mostrar unas simples cifras que muestran un número de armas en manos de los particulares pues hasta donde conozco no son muchos los fusiles que están con documentación en Colombia salvo los de las fuerzas armadas, deben verse los detalles pues lo que muestra el señor Petro y el señor Santos es un sofisma de distracción que oculta un tenebroso interés, no caminaremos en silencio hacia las tinieblas, debemos hablar.

Tenemos que los empresarios claramente no confían en la Policía, este es un órgano corrompido que busca un lucro individual por muchos de sus miembros quienes viven de solicitar la famosa "Colaboración" o como a veces nos dicen "deja pa´ la gaseosa" desfalcando los bolsillos colombianos y sin hacer su deber, no hay resultados diferentes a los que los Colombianos que portan armas dan y que muchas veces los jueces echan para atrás o por miedo o por corrupción.

Los costeños en general vemos a la mancha verde como una amenaza para nosotros y no como una ayuda, el solo hecho de portar un arma aun cuando esta sea legal nos pone en una incómoda situación frente a la Policía a quienes sorprende ver a alguien armado y los pone en nuestra contra por alguna extraña razón, nadie acude a la Policía para pedir ayuda frente a los famosos boleteos, extorsiones e incluso secuestros pues pareciere que los delincuentes sabiendo que hacen o van a hacer los hombres de verde, como si ellos supieran que van a hacer, o si alguien les dijera o fueran los mismos, y ahora tampoco tenemos derecho a defendernos de los bandidos.