¡El territorio no puede ser de los bandidos!

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Escrito por:

José Lafaurie Rivera

José Lafaurie Rivera

Columnista Invitado

e-mail: jflafaurie@yahoo.com

Twitter: @jflafaurie



El 18 de enero fue invadida una finca en La Paz, Cesar; el 5 de febrero secuestraron un ganadero en Tauramena, Casanare. El 13 robaron 28 novillos en Maceo, Antioquia; y el 14 hurtaron cuatro camiones con ganado en Caimitos, Sucre.

Según la Policía Nacional, entre 2010 y 2023, se reportaron 33.650 casos de robo de ganado; un promedio de 1.300 al año, cuatro diarios y más de 3 millones de animales; mientras que la extorsión nunca se fue de las regiones ganaderas, protegida por el temor a perder el patrimonio, la libertad o la vida. 

Hoy, más de 400 municipios están bajo control territorial de los bandidos, afectando la vida campesina, la producción agropecuaria y la ganadería principalmente, porque la “paz estable y duradera” de Santos, que nunca llegó, se convirtió en “violencia creciente y duradera” al amparo de la permisividad con el narcotráfico, en lucha por el control territorial que el Estado ha perdido, dejando a merced de los violentos a millones de compatriotas.   

Esa violencia rural generalizada es el porqué de los “Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera” que impulsa Fedegán y cuyo diseño y organización encomendamos a un verdadero experto, el general (r) Fernando Murillo, exdirector del Gaula de la Policía, de la Dijin y de Interpol Colombia.

Como ha explicado el general Murillo, los Frentes de Seguridad son un programa de la Policía Nacional, basado en la colaboración ciudadana con la Fuerza Pública. Hoy existen más de 10.000 Frentes de Seguridad Ciudadana en los barrios y más de 4.000 Frentes de Seguridad Empresarial. 

Ahora, ¿para qué? Para recuperar el territorio, porque ¡el territorio no puede ser de los bandidos!; para construir un “Tejido Solidario de Protección” que sea muro de contención contra la delincuencia y derrote el miedo a punta de solidaridad y colaboración con las autoridades, porque no hay peor consejero que el miedo, que trazó el camino de experiencias pasadas que el país no quiere volver a transitar. Y el gran paraqué: la gente; para devolverle la paz y las posibilidades de progreso.  

¿Cómo lo haremos? Primero, con “articulación virtuosa” con la Fuerza Pública y las autoridades; con sus altas instancias, por supuesto, pero sobre todo con quienes están en los territorios, con quienes podemos establecer una relación cercana, con el teniente en el Comando Municipal, con el alcalde, el fiscal, el juez y el personero. 

Segundo, con “inclusión gremial solidaria”. Nuestros Frentes van más allá de los afiliados a un comité. Su mayor valor es ponerlos al servicio de todos y, principalmente, del pequeño ganadero, para quien lo poco que le pueda arrebatar la violencia puede ser todo. 

La colaboración pacífica y desarmada con las autoridades es un fundamento de la estrategia, pero el esencial es la solidaridad, porque la solidaridad hace fluir la unión gremial ganadera; porque la unión solidaria y pacífica… disuade a los violentos.