Una loca oración

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Escrito por:

Jorge García Fontalvo

Jorge García Fontalvo

Columna: Opinión

e-mail: jgarciaf007@hotmail.com



Señor, conociendo que la mayoría de los niños, jóvenes y adultos de todos los sexos, razas y clases sociales en todos los rincones del planeta se acuerda de ti, y te escribe en esta época del año para pedirte algún obsequio o para lo que sea, yo también voy aprovechar la ocasión para escribirte acerca de algunas cositas que parecen ser importantes, aunque de una vez te digo pueden resultar algo controversiales.

Escúchame por favor y no te ofendas por lo que voy a comentarte, simplemente quiero que medites un poco sobre ellas.

La verdad no se como empezar mi conversación contigo ni como llamarte.

Si te llamo niño Dios, santa Claus o papá Noel se ofenden los judíos, los musulmanes y los de otro tanto de denominaciones que te llamaron como ellos pensaron que tú te llamabas.

Si te llamo Jehová o Yahvé los judíos se sentirían felices pero algunos cristianos, católicos y musulmanes dirían que no soy hijo tuyo, sino de "tú sabes", como dice ese gran hombre llamado Alberto Linero.

Si te llamo Jesús los judíos y musulmanes me condenarían inmediatamente, y si te llamo Alá, el noventa y nueve por ciento de los occidentales me crucificaría. La verdad no sé que hacer, contigo realmente las cosas son bien difíciles, hasta escribirte una carta.

Es mas me estoy arrepintiendo de escribir esta, pero bueno, vamos a continuar no importa lo que piensen el montón de fanáticos con bombas y ametralladoras que andan por ahí declarando guerras absurdas y estúpidas en nombre tuyo, de la revolución, de la justicia y de un montón de vainas más que se inventan para joder a la gente.

Precisamente para evitarme el chicharrón de tener que discutir con estos señores acerca de religión, política o filosofía escojo para hablar contigo, una fecha diferente a Navidad, elecciones o el cumpleaños de Marx, Lenin, Stalin, Mao, Chaves o Castro. Espero que esto me evite ataques de parte de aquellos que se consideran insanamente santos, justos y portadores de la verdad. Bueno pero si se molestan por lo que estoy contándote que importa, ese es su problema, pues a mi ese cuento ya no me preocupa.

De todas formas, no le pongas atención a ese negocio porque los que quieren destruir a sus semejantes por causas de las ideas ya casi no tienen argumentos válidos para manifestar sus posiciones demenciales y trastornadas. O si no preguntémosle a los del secretariado de las Farc, a los camaradas del ELN, o a los todavía militantes del M-19. Definitivamente estos manes son unos verdaderos bellacos que se burlan miserablemente de la justicia.

Bueno para no alargar más este cuento, te pido respetuosamente señor que toques el corazón de todos los hombres, especialmente el mío, y nos hagas comprender que el nombre que te den unos u otros, el pensamiento político o las ideas es lo que menos nos debe preocupar, pues lo que realmente importa es asegurar la convivencia pacífica, la paz, la felicidad y la tranquilidad de todo el género humano.

Aunque realmente a los locos como yo no nos gusta que te metas en nuestros asuntos, es importante Señor que intervengas un poco, y nos hagas comprender que no es necesario que el hombre continúe con su pensamiento distorsionado acerca de la supuesta realidad de las cosas, y aniquile miserablemente y sin justa causa a sus semejantes.

Llegamos a esta tierra para ser felices, o por lo menos eso es lo que creo quieres para el hombre, por tanto, no veo que sea realmente justo que por causa de la religiosidad frenética y absurda, ideologías y doctrinas distorsionadas y locas, filosofía de vida sin sentido, o por cuestiones políticas el hombre le quite la vida al hombre sin el más mínimo sentido de remordimiento y humanidad.

Aunque no sé cuál es tu verdadero nombre Señor, te pido que nos ayudes a construir un mundo mejor, un mundo más justo y equitativo, un mundo en el cual las próximas generaciones puedan cohabitar pacíficamente como hermanos, y libres de todo odio y rencor.

Por ahora no me queda más espacio para seguir hablando contigo, pero en la próxima edición espero hablarte acerca de algunas cositas especiales que sería importante nos ayudaras a resolver y superar, y para contarte también sobre las últimas payasadas de algunos personajes que tienen deschavetado a este hermoso planeta.

Bueno si, uno de ellos es el más locos de los locos, vive en Venezuela por supuesto. Tú sabes de quien te estoy hablando, ¿sí o no? Aunque sé que esta carta suena un poco a locura, gracias te doy Señor por escucharme.

Espero que leas la próxima edición de esta loca oración, porque de seguro EL INFOIRMADOR no me va a dar espacio en esta para escribir más chifladuras. Bendiciones Señor y hasta dentro de quince días.



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