Carta de san Timochenko, patrono de fusilamientos

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge Caicedo Correa

Jorge Caicedo Correa

Columna: Opinión

e-mail: jcaicedoster@gmail.com



Hay comunicación corporal, oral y escrita. La corporal es la que irradia el cuerpo humano, se nota en todos los actos de la vida, un fisicoculturista, boxeador o cultor de las artes marciales, camina diferente a un místico, filósofo o teólogo, los unos irradian fuerza, los otros paz y armonía espiritual.

La comunicación en general, tiene su impronta o huella digital, leyendo la carta de Timochenko o Timoleón Jiménez, colgada en el portal de las Farc-EP que me enviaron amablemente mis lectores de izquierda, que aprovecho la columna para agradecerles tan noble gesto, me sorprende el cambio de estilo.

En esa carta, lo único que le falto, fue citar el capítulo y versículo bíblico, donde Jehová prohíbe alegrarse de la muerte del inicuo, donde Yahvé, nuestro Dios nos recuerda que él es el dador y señor de la vida en el caso de la muerte en combate de su antecesor Alfonso Cano.

Esto, para una persona que ha estudiado análisis de documentos, lo pone a pensar seriamente; ¿qué humanista le redactó la carta? Porque el firmante su penúltima orden fue ordenar el fusilamiento de 50 subalternos para mantener la disciplina en una organización que se financia del narcotráfico.

Su última orden, para evitar lo que él pensó que podría ser una desbanda, fue fusilar sin consejo de guerra guerrillero a todo integrante de esa organización delictiva que hablara de desmovilizarse por la muerte de su jefe máximo Alfonso Cano, como diciendo, Cano murió en su ley pero estoy yo.

"Todos tenemos que morirnos", durmieron el sueño de los justos, Abraham y sus profetas, dice el Antiguo Testamento copiado por Timochenko. Aquí nadie vino para semilla, dicen los sicarios, nadie se muere la víspera sino el día, se expresaba en las unidades de combate. Lo que va a pasar está escrito, la lista de los muertos se hizo ayer, escriben los fatalistas. Y así sucesivamente. Timochenko, dice que estudió medicina en la antigua Unión Soviética, lo que sí es cierto, que el país lo vio graduado de cardiólogo, cuando dictaminó que Tiro Fijo murió de ataque al corazón después del bombardeo a su campamento.

Con el inmisericorde fusilamiento por las Farc de los secuestrados, amarrados y encadenados, nos pone a pensar seriamente a qué cartel diabólico de narco traficante y terroristas con tentáculos políticos y jurídicos, con bufetes de abogados se está enfrentando la sociedad colombiana.

Su antecesor; Alfonso Cano en la zona de distensión, mientras ingenuamente nuestro presidente Andrés Pastrana, les cedió medio país para las conversaciones de paz, estaba diseñando una teoría que se acomodara a sus circunstancias porque el bloque comunista había caído en el mundo y sus teorías fracasaron, por eso Cano lanzó su proyecto bolivariano, en el que le faltaron el respeto al Libertador y pusieron unas teorías, que a pesar de haber estudiado Cátedra Bolivariana en 1962, al final del bachillerato, no aparecen esas enseñanzas por ningún lado.

La Cátedra Bolivariana, Alfonso Cano, hábilmente la usó como la biblia de Casiodoro de Reina y Valeria de 1532, con un libre albedrio a sus enseñanzas.

Tanto fue que el Mono Jojoy, le expresó: "La guerra no se gana con cartillitas, se gana echando plomo y la plata para uniformes y demás lo da la droga"... Sic.

"Así no es Santos, así no es". Inicia la carta. Timochenko, muy respetuosamente, como columnista y colombiano que participó en el conflicto y ahora está fuera de él, me permito recordarle que cuando se fusila su propia gente es porque se está perdiendo la guerra, cuando se degrada el conflicto, que no se respeta las leyes internacionales de los derechos humanos o el derecho de gente "Jus Gentile" del derecho romano, fusilando gente amarrada a un árbol, no se puede exigir una representación política en el Senado Colombiano como lo estaban tramitando sus juristas.

A su colectivo de abogados y ONG, con estos fusilamientos de gente encadenada, los está dejando sin contexto jurídico y su eslogan de Ejército del Pueblo, sería interesante que nos explicara de qué pueblo y no nos venga con el cuento bolivariano de Cano, porque Venezuela es mi segunda patria y en la tierra de nuestro Libertador no comulgamos con esas ideas violentas.