La problemática por la falta de agua de forma permanente en Santa Marta está sobre diagnosticada. Por lo cual no es extraño que se presenten protestas en diferentes barrios, donde sus habitantes optan por bloquear las vías para hacer saber su malestar a la administración distrital. Es una situación compleja que continuará presentándose mientras no lleguen soluciones de fondo para mitigar la necesidad básica de agua potable.
Un problema que puede conllevar a más problemas. La investigación realizada por la cámara de la Industria de Alimentos de la ANDI en alianza con la Red de Bancos de Alimentos relacionada con la situación nutricional (hambre, inseguridad alimentaria) en Colombia concluye que una determinante social con relevancia es el acceso al agua potable; alto número de municipios no cuentan con un sistema de acueducto y alcantarillado, lo cual también facilita la transmisión de enfermedades.
Desde el 22 noviembre del año 2021 la Empresa de Servicios Públicos del Distrito de Santa Marta —Essmar— se encuentra intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios debido a que se determinó que no cuenta con la capacidad operativa y financiera para garantizar la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado. Pasados más de cien días y en medio de roses entre el Distrito y el agente interventor los problemas con el suministro de agua persisten. Si no se promueven acciones consensuadas es difícil hallar soluciones que resuelvan la problemática.
¿Es acertada la medida de calamidad pública decretada para hacerle frente al desabastecimiento de agua en la ciudad? La situación que se viene presentando merece atención inmediata; cada año la sequía golpea con mayor intensidad y afecta los afluentes que abastecen el sistema de acueducto convirtiéndose en agravante. Con la declaratoria se puede destinar y tener acceso a más recursos financieros, los procesos contractuales se agilizarán para adquirir bienes y servicios que se requieran.
Las circunstancias obligan a que se amplíen y visibilicen los planes de contingencia y las medidas direccionadas para afrontar la “crisis”, antes que adquiera una mayor dimensión en medio de la temporada turística de semana santa. Las acciones a implementar por parte del Distrito deben ir de la mano y contar con el apoyo del Gobierno nacional para cumplir y poder prestar un adecuado servicio de suministro agua potable a los sectores residencial, comercio, industrial y de servicios.