¿Podemos cambiar?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Roberto Torres Aguas

Roberto Torres Aguas

Columna: Opinión

e-mail: contador_rcta@hotmail.com



Alarmantes los indicadores sociales que en la actualidad presenta Santa Marta, el más relevante: la pobreza monetaria en la que se encuentra el 55% de su población. Cifra que refleja la difícil situación económica y social que se atraviesa; y puede seguir creciendo si no se toman los correctivos adecuados para minimizarla. Es Necesario que los planes para la erradicación de la pobreza por parte del Gobierno Nacional y del Distrito no se queden en el papel, deben ejecutarse destinando los recursos financieros, humanos y físicos suficientes con los cuales se obtengan verdaderos avances.

¿Nos duele la ciudad? Se reclaman soluciones a los problemas en educación, seguridad, infraestructura, agua potable y medio ambiente. Sectores público y privado uniendo esfuerzos pueden diseñar una hoja de ruta para planificar acciones con impacto positivo que faciliten darle un vuelco a la realidad existente. Las dificultades originadas por la pandemia tienen que irse superando. Progresivamente se alcanzará el ritmo que traía el sector productivo, con innovación en bienes y servicios seremos más competitivos.

La informalidad alcanza el 62%. ¿Trabajan de la mano Cámara de Comercio y Distrito brindando apoyo a los comerciantes en procesos de formalización empresarial? Sin un empleo digno se sigue sumergido en el mar de la pobreza, subsistiendo el día a día con pocos ingresos generados a través de ventas callejeras y de alternativas como la comercialización de todo tipo de mercancías por medios virtuales. Impulsar emprendimientos, facilitar espacios para que pequeños comerciantes muestren, den a conocer y oferten sus productos es viable si existe voluntad política.

Rencillas, disputas y rencores entre grupos políticos no han permitido allanar el camino del desarrollo incluyente y sostenible; no hay ganadores, pierde la ciudad, se aumentan las desigualdades, permanecemos inmersos en un círculo vicioso. Los informes emitidos por el Departamento Nacional de Estadística —Dane — desnudan el deterioro de los indicadores que en ocasiones se pretende ocultar: si se atienden las demandas sociales en forma oportuna se evita lleguen a niveles más altos.

Aprovechar las ventajas competitivas que tenemos, saberlas explotar; darle mayor promoción a la marca “Santa Marta Naturalmente Mágica” para jalonar inversión; mejoramiento en servicios públicos; mantenimiento de la infraestructura vial; protección del medio ambiente; organización de playas y balnearios; modernizar el estatuto tributario para que el tejido empresarial no se sienta inundando por altos impuestos locales y crear sentido de pertenencia por la ciudad desde escuelas y colegios son propósitos que llevados a la práctica arrojan buenos resultados y beneficios. No todo está perdido. Sí podemos cambiar.