El éxito de la vacunación

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

María del Rosario Guerra

María del Rosario Guerra

Columna: Opinión

e-mail: comunicacionesmrg@gmail.com

Twitter: @CharoGuerra



Hoy me pregunto dónde estarán aquellos incrédulos y mitómanos que le apostaron al fracaso del proceso de inmunización contra el covid-19 en nuestro país. Esos que cegados por el odio, el populismo y el afán de dividir usaron noticias falsas para desinformar y criticaron el actuar prudente del gobierno del presidente Iván Duque para generar zozobra. Esos que querían que la vacunación fuera express y que, como por arte de magia, toda la población fuera inmunizada en un abrir y cerrar de ojos. Esos que solo se dedican a criticar y cuestionar, pero que nunca proponen ni aportan nada… Muy seguramente ante los buenos resultados del proceso, del que muchos de ellos ya hicieron parte, callan y se apartan porque se quedaron sin argumentos para intentar estropear el esfuerzo titánico del gobierno y del equipo epidemiológico para ganarle la batalla al virus.

Es cierto que el proceso de vacunación pudo tener tropiezos y demoras al inicio, apenas normal que ocurriera ya que ningún país en el mundo tenía el manual en la mano para responder a los enormes desafíos que trajo consigo el covid-19, entre ellos inmunizar para salvar vidas. Pero eso quedó atrás. El gobierno le puso el acelerador a las negociaciones con las casas farmacéuticas y aseguró su participación en el mecanismo Covax para acceder rápidamente a los biológicos.

En esta carrera contrarreloj a la que Colombia ha respondido de manera acertada, han sido aplicadas 48 millones de dosis. El registro del Ministerio de Salud (al 3 de noviembre) indica que 26 millones de personas cuentan con al menos una dosis, de las cuales 21.7 millones ya cuentan con el esquema completo (62% de la meta de 35 millones de personas con esquema completo), incluidas 297 mil personas con dosis de refuerzo.

Tengo que decir que si bien muchos ya estamos vacunados, otros aún se resisten a hacerlo poniendo en riesgo no solo su salud y sus vidas, sino la de las personas que los rodean. Esto sin duda se convierte en una piedra en la rueda, porque si bien el gobierno asegura la disponibilidad de biológicos, no puede obligar a nadie a acceder a ellos.

Sin embargo, es imperativo recordar que mis derechos terminan cuando empiezan a afectar los de los demás, en este caso el de la salud. Es por esto que el Gobierno Nacional expidió esta semana el Decreto 1408 del 3 de noviembre de 2021 (que entrará en vigencia el 16 de noviembre próximo), que da luz verde a la exigencia del carnet de vacunación para los mayores de 18 años que quieran ingresar a sitios públicos como restaurantes, bares, conciertos, cines, casinos, escenarios deportivos y museos, entre otros; medida que varios países como Brasil, Estados Unidos, Alemania, España, Israel, República Dominicana y Austria han implementado y que ha demostrado efectividad para disminuir muertes y contagios. Otros como Costa Rica, también lo pondrán en marcha a partir del primero de diciembre.

Si bien el Decreto contempla que el carnet tenga solo la primera dosis, es muy posible que en poco tiempo la exigencia sea tener el esquema completo, con el propósito de disminuir aún más cualquier riesgo de contraer el coronavirus, en especial por las celebraciones de fin de año que se avecinan, la reactivación del comercio y el aforo del 100% en los eventos en algunas ciudades como Bogotá, a partir del primero de enero de 2022.

En esta carrera contrarreloj a la que Colombia ha respondido de manera acertada, han sido aplicadas 48 millones de dosis. El registro del Ministerio de Salud (al 3 de noviembre) indica que 26 millones de personas cuentan con al menos una dosis, de las cuales 21.7 millones ya cuentan con el esquema completo (62% de la meta de 35 millones de personas con esquema completo), incluidas 297 mil personas con dosis de refuerzo.

Estoy segura de que el objetivo se cumplirá y mejor aún que le ganaremos la batalla a la pandemia que golpeó duramente a millones de colombianos, en especial a los más pobres y vulnerables. No podemos bajar la guardia con los protocolos de bioseguridad como uso de tapabocas, lavado frecuente de manos y distanciamiento social por las nuevas cepas y los no vacunados.

Reitero todo el apoyo y reconocimiento al presidente Iván Duque y a su equipo de gobierno, quienes han hecho una maratónica labor para enfrentar esta emergencia sanitaria.