En las Naciones Unidas el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Al Fatha; Mahmud Abás, no pudo triunfar en el reconocimiento de la nación palestina por la diferencia entre los árabes palestinos, principalmente Hamas y Fatah que es conocido por todos. Hamas no reconoce el estado de Israel, quiere expulsar a los judíos para conformar su nación Palestina bajo el mando de la Sharia en ese territorio incluyendo la Franja de Gaza y Cisjordania. Esto es fundamental y no se puede negar a Israel.
Lo que está solicitando ahora Abas, lo hubiera obtenido hace 20 años Arafat.
A los judíos, se les presentó un escollo, el escritor israelita Norman Finkelstein, cuya madre fue la única sobreviviente de toda la familia del campo de concentración nazi Treblinka y el padre el único sobreviviente de toda su familia del campo de concentración nazi de Auschwitz, los dos estuvieron en el Gheto de Varsovia y cuando fueron liberados, se dieron cuenta que estaban solos en la vida, al esposo de la madre Maryla Husit no había sobrevivido y se casó con Zacarías Finkelstein engendrando en 1953 a Norman Finkelstein en U.S.A.
Norman Finkelstein, escribió el libro "La Industria del Holocausto" y viajó a Alemania a promocionarlo vendiendo en una semana 140.000 ejemplares.
Alemania se encuentra estupefacta, porque ese país les está pagando indemnizaciones puntualmente a las víctimas del Holocausto y se presenta un académico judío escribiendo que los están engañando, que los están utilizando para medios políticos, trata a destacados banqueros judíos Norte Americanos como ladrones y extorsionistas de los bancos Suizos y del Gobierno Alemán.
Además Norman Finkelstein, trata de nazis al estado de Israel y mentiroso al destacado jurista y escritor Judío Norte americano, Alan Dershowitz, que escribió varios libros, entre ellos el "Conflicto Árabe Israelí" que es la referencia de todos los que estudiamos este tema y "El Caso Judío" que en Alemania lo consideraron una biblia. Norman lo llena de glosas escribiendo que todo es una falsedad. Les escribe a los alemanes que con base a estos guiones bien escrito, fue lo que le entendí en inglés, los judíos los están estafando. Dicen los judíos que la madre expresó: parí a un Franskentein no a un Finkelstein.
El libro y las glosas de Norman Finskelstein, hicieron brincar de su silla a muchos alemanes y sacudieron a la canciller Ángela Merker que dejando a un lado la culpa del Holocausto le exigió al primer Ministro Israelí que comience las negociaciones expresando su incomprensión por la construcción de 1.100 viviendas en Cisjordania. Amanecerá y veremos si es Finkelstei o Frankestein.