El GLP al alza

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Amilkar Acosta Medina

Amilkar Acosta Medina

Columna: Opinión

e-mail: amylkaracostamedina@gmail.com



La variabilidad y la volatilidad de los precios internacionales del petróleo se dan en un mercado de países ganadores, los productores-exportadores y de perdedores, aquellos que lo importan; el impacto se siente a lo largo de toda la cadena de los hidrocarburos.

 En los últimos meses los precios del crudo se han elevado ostensiblemente a consecuencia de un efecto combinado de la cartelización de la oferta por parte de la OPEP+ y de la reactivación de las dos economías más poderosas del mundo, la de EEUU y China, y la consiguiente mayor demanda del oro negro.

Y con el aumento de los precios del crudo sobreviene el aumento inusitado del precio de sus derivados, entre ellos el gas licuado de petróleo (GLP), más conocido como gas propano. A ello ha contribuido, además, la alta demanda de GLP, desde el Asia: de una parte, la China que está demandando grandes cantidades de propano para su creciente industria petroquímica y de la otra el crecimiento de la demanda de la India que lleva varios años ejecutando un exitoso programa de sustitución de leña por GLP en las familias más pobres de este populoso país.

El incremento de los precios internacionales del GLP ha llevado a elevar en forma significativa los precios regulados a los que vende Ecopetrol su GLP al mercado colombiano. Esta situación implica para el país importantes retos regulatorios, no solo para mitigar el impacto de esta alza de precios en los más de 12 millones de colombianos que hoy lo utilizan para cocinar, sino también para lograr el necesario propósito de ampliar la participación de este combustible limpio en nuestra canasta energética, frente a los compromisos en materia de reducción de los gases de efecto invernadero en un 51 % hacia el año 2030.

Debe resaltarse que enhorabuena fue expedida la Ley 2099 de 2021, mediante la cual se amplió el espectro de la Ley 1715, incluyendo el GLP y el gas natural como combustibles de transición dentro de nuestra canasta energética. En esta nueva ley se establecen incentivos para la masificación del uso de estos combustibles limpios y se fijan obligaciones concretas al Gobierno nacional en este sentido, atendiendo los compromisos globales del país para atender el riesgo que implica el calentamiento global.

Es motivo de especial preocupación que esta situación de precios altos del GLP se agravará finalizando el año, cuando llegue el invierno en los países del hemisferio norte, con los consabidos mayores aumentos en los precios del GLP por el incremento en la demanda para calefacción. A ello se viene a añadir la trepada de la cotización del dólar, que está rozando los $4.000. Así que no da espera la toma de decisiones gubernamentales para mitigar el coletazo de los impactos del precio internacional en el mercado de este servicio público esencial en nuestro país.

Es tanto más urgente la intervención del gobierno, habida cuenta que los hogares han visto menoscabados sus ingresos en el último año a consecuencia de la crisis pandémica.



Más Noticias de esta sección