Paradójico que en el jardín infantil de Medellín llamado “buen comienzo” trabaje un violador de niños quien al abusar de un menor de la institución educativa despertó el rechazo de todo un país. Aunque la indignación del primer mandatario fue evidente al usar un fuerte calificativo para referirse a este hecho depravado, son varios los temas del segundo semestre de 2021 que desafortunadamente también tienen un “mal comienzo”.
Sin mayores sorpresas la firma calificadora de riesgos Fitch Raitings como lo hizo hace algunos meses Standard & Poor´s, le bajó el grado de inversión a Colombia. Era de esperarse que, con el aumento del déficit fiscal y el aumento de la deuda pública, así como la incertidumbre de su evolución en el mediano plazo el resultado no podía ser diferente.
La calificadora dijo que existe “una menor confianza en la capacidad del Gobierno para colocar de manera creíble la deuda en una trayectoria descendente en los próximos años” En su análisis para bajar la calificación de BBB – a BB + con perspectiva estable dijo que la deuda del país podría alcanzar el 60.8% del PIB a finales de este año y se teme que podría aumentar al 64.4% para el 2023.
La expresión “bestias malnacidas” utilizada por Duque contra el hecho del violador, le salió del alma, pero también de su impotencia y coincide con hechos como el del atentado al helicóptero que lo transportaba en Cúcuta que se esparcen como cortinas de humo y nos distraen de los problemas. El coronavirus, el paro de abril y mayo en la economía han aumentado el desempleo y la pobreza, degradando su favorabilidad, sin precedentes en la historia de los presidentes de Colombia.
Ya el problema pasa de la vanidosa favorabilidad del primer mandatario a las consecuencias de que el deterioro de su imagen en sí misma le resten liderazgo para gestionar las inminentes reformas que se requieren para sacar al país de la olla. Sus aliados que conforman mayoría en el congreso estarán en campaña para su reelección y al parecer la nueva reforma tributaria empieza a embolatarse como seguramente sucederá con la aprobación de cualquier otra iniciativa en medio de tantas presiones sociales en un complejo ambiente de caos y desgobierno.
Ahora, soluciones como la planteada por Gustavo Petro, antes de ayudar incrementan el descrédito del país para asegurar la confianza inversionista. Endeudar al país con el Banco de la República a tasa cero para inyectar recursos vía subsidios a la economía antes de ser una solución sería un agravante para salir de la crisis sin trabajar, como lo anotó el también candidato Echeverry al calificar la propuesta del líder opositor como banal y equivocada.
Por su parte para el profesor de economía, Jorge Restrepo, la propuesta de Petro de imprimir billetes sin costo para el gobierno y entregarlos a las personas, no solo violaría la Constitución, sino que causaría una depreciación del peso colombiano y pondría en estado crítico a la economía del país.
Muy complicado encontrar salidas con propuestas tan opuestas y sin voluntad de priorizar los temas coyunturales por la calentura de las campañas electorales. Es necesario la unidad de los partidos, gremios y sociedad civil en la construcción y ejecución de iniciativas que en realidad impacten positivamente la economía.
Hay un estallido social que el presidente Duque lo interpreta como emprendimiento. Aceptar que el país está en crisis es lo primero para lograr soluciones, ya el país está cansado de las bestias malnacidas.