Prestar plata ahora nos saldrá más caro

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Javier Lastra Fuscaldo

Javier Lastra Fuscaldo

Columna: Opinión

e-mail: javierlastra6@hotmail.com

Twitter: @JLastraFuscaldo


Era previsible que las calificadoras internacionales de riesgos financieros le bajaran la nota a Colombia por la inestabilidad fiscal y la baja probabilidad de experimentar una pronta mejoría y, sin mayores sorpresas, la semana pasada ocurrió.

La calificadora Standard&Poor’s bajó el grado de inversión al país y se espera que las demás, como Fitch, puedan hacer lo mismo. ¿Qué efecto tiene esta decisión y qué recomiendan los expertos hacer para recuperar la confianza inversionista?

El tan mencionado grado de inversión no es más que la calificación crediticia de los países, entre mejor sea su evaluación los inversionistas le prestan más dinero y más barato, en cambio a los “mala paga” o con un riesgo alto de no honrar sus compromisos financieros, no le prestan o le prestan menos y a tasas de interés elevadas que al final se paga con más impuestos.
La deuda externa tanto pública como privada del país venía mostrando una curva ascendente desde el 2010, solo del 2020 al 2021 la deuda pública se incrementó en un 23% pasando de US$74 mil millones a casi US$92 mil millones. Según el Banco de la República la deuda externa total se ubica en el 51.8% del PIB un poco por encima del registrado en febrero del año pasado.

Ahora, con la calificación baja, obtener crédito será más costoso. El presidente de la ANDI sostuvo que sin el grado de inversión el costo adicional que tendríamos que asumir podría llegar a los 20 billones de pesos, el equivalente a otra súper reforma tributaria, un nuevo problema que se añade a la compleja reactivación económica en medio de la pandemia, protestas sociales y bloqueos sujetos a la definición de peticiones con impactos económicos del Comité del Paro aún sin calcular, es como si el paciente en UCI gravemente enfermo se infectara con una bacteria.

Por su parte el dólar reaccionó, mostrando un incremento por encima de los $3900. Colombia entra a formar parte de países que ya habían perdido el grado de inversión, como Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil, entre otros. Como en 1999 nuevamente lo perdimos y después de 12 años con mucho esfuerzo recuperamos, pero la dicha nos duró 10 años por las circunstancias evaluadas por Standard&Poor’s.

Difícil estimar cuanto tiempo tomaría recuperar el grado de inversión, habrá que empezar por impulsar una nueva reforma tributaria que propenda por cubrir el déficit fiscal pero no a costa de la clase media y sin acudir a gravar con IVA los productos básicos de la canasta familiar que a juicio de muchos fue la chispa que encendió la hoguera.

Nunca se debe desaprovechar una buena crisis, frase acuñada a Winston Churchill, pero la recuperación de la confianza inversionista y la reactivación también dependerá de la agudización o no del caldeado ambiente político, por el contrario, hay que ser capaces de rodear las instituciones sin incurrir en mezquindades que busquen la desestabilización de la gobernabilidad con el consecuente aplazamiento de la implementación de aquellas acciones y programas que permitan evitar la profundización de la pobreza y la inequidad con medidas sostenibles que solo son posibles con la expedición de reformas legales urgentes.

El ajuste fiscal es un imperativo, al menos 1% del PIB como lo sostuvo investigaciones económicas de Corficolombiana para mantener por lo menos el grado de inversión de las otras calificadoras. El peor escenario es seguir marchando y bloqueando y desconocer que el rancho está ardiendo.