La gran transformación social: afirma el presidente

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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



No es la primera vez que el gobierno Duque le cambia el nombre a lo que realmente es una Reforma Tributaria, pero el título de la que será presentada en los próximos días si desborda los límites de la imaginación.
Ahora se llama la Gran Transformación Social sin precedentes en el país, según las últimas declaraciones del presidente. Sin duda el ministro Carrasquilla es muy inteligente y se sintoniza con lo que está viviendo la sociedad colombiana. No solo la peor crisis económica sino una verdadera tragedia social. El mismo gobierno lo ha reconocido. En el Conpes de reactivación el gobierno presentó las siguientes cifras: pobreza 42%, vulnerables, 29% además de una seria reducción en la clase media del 30% al 26% a lo que se suma una pequeña disminución de los ricos, del 2.6% al 2.3%. Todos los colombianos pierden, pero no todos pierden lo mismo, como siempre.

Se trata entonces ahora sí de un gobierno que por fin, después de décadas de mirar de lejos la pobreza y la desigualdad vergonzosa de este país, se compromete públicamente en pasar a la historia como la administración con corazón. Pero como para lograr semejante propósito se necesitan recursos fiscales, toca, eso sí de manera ineludible, subir los impuestos. Hacen uso de argumentos irrefutables: el peso de impuestos sobre el PIB es vergonzoso, muy por debajo del de sus pares en la región y a años luz de los países de nuestro club, la Ocde. También acuden a otra de esas ideas compartidas, las personas en este país pagan muy pocos impuestos, muchas ni siquiera declaran y llegó la hora de que todos pongan. Sí, hay demasiadas exclusiones y es hora de acabar con ellas. Nadie lo niega.

Pero las cuentas no cuadran solo mirando la gran revolución social. El presidente afirma que independientemente del tipo de impuestos que finalmente aumenten, IVA, rentas al trabajo y otros, se protegerán los ingresos de 20 millones de personas, que corresponden al 40% de la población identificada como pobre. Pero resulta que según Fedesarrollo, en el 2017, todos los subsidios dirigidos a los pobres dejaron por fuera el 52% de estas familias, 2.400.000 hogares, más o menos 8.4 millones de personas. Es decir, recibían toda clase de apoyos estatales 7.8 millones de personas. Ahora el gobierno afirma que le llegan con Ingreso Solidario a pobres y vulnerables y cubren 3 millones de familias, más o menos 10 millones de personas. Es decir, si estas cifras fueran ciertas, el gobierno ya le estaría llegando a 17 millones de personas, luego esta revolución ya está en marcha. Ningún milagro se espera.

Resulta sin embargo curioso que la crisis de demanda, que obedece fundamentalmente a la carencia de ingresos de los pobres, es una de las mayores causas de la no reactivación de la economía. La inflación en sus mínimos históricos lo confirma, luego estas cifras no cuadran.

Además, en esa cuenta faltan los vulnerables que ni siquiera se mencionan y según sus propias cifras son el 29% de la población, es decir 12.5 millones de personas que sumados a los 3 millones que les faltan de pobres por cubrir estamos hablando de 15 millones de personas adicionales a los 17 que se supone están cubriendo en este momento. Solo así se aproximarían a ese 70% de la población que no puede con ningún incremento del IVA, es decir 35 millones de colombianos debajo de la línea de pobreza o con ingresos levemente superiores a esos ingresos precarios.

La otra cara que falta es nada menos que los recursos fiscales cuya carencia es la razón real para subir impuestos y sobre todo los indirectos o los de las rentas de trabajo que son los más fáciles de recaudar. Esta promesa de revolución social que hasta ahora le faltan millones de personas vulnerables y pobres no cubiertos, se suma al hueco que deben llenar no por la pandemia sino por sus excesos de exenciones en el pasado y que estiman en $15 billones. ¿La pregunta del millón es si el ministro Carrasquilla y el presidente saben cuánto les cuesta su anunciada revolución social? Pero además esa cobertura que no se logró en décadas de Transferencias Condicionadas ¿la pueden lograr ahora en un año? Pero además si no incluyen a los vulnerables van a crear una nueva explosión social.

Pilas gobierno, porque promesas incumplidas en medio de semejante crisis social como la que vive el país son absolutamente inmanejables. Sumen, resten y llamen las cosas por su nombre.