Criando impuestos

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alonso Amador

Alonso Amador

Columna: Opinión

e-mail: alonsoamador26@gmail.com


En una sesión de expertos en sistemas tributarios realizada la semana pasada, uno de ellos hizo una propuesta tan exótica que pareció venir de ‘Epa Colombia’ y no del director de la DIAN. Según el director, “hay personas naturales que pueden ganar lo mismo, pero una persona natural puede tener hijos, u otra clase de dependientes, muchos gastos y hacer inversión social, y la otra persona no; por tanto, la otra tendrá mayor capacidad contributiva”.

En palabras castizas, lo que dijo es que las personas que no tienen hijos gastan menos dinero que aquellas que sí tienen hijos, y como tienen menos gastos, están en mayor capacidad de pagar, por lo que el Estado debería cobrar más impuestos a quienes no tienen hijos, es decir, castigarlos por no tener hijos.

Si bien llama la atención que el jefe de la Dian considere que el Estado debe sancionar con impuestos a quienes no tengan hijos, semejante propuesta no resiste un ligero examen constitucional o económico.
Desconoce el director de la Dian que todo ciudadano tiene derecho a concebir su plan de vida y a realizarlo con plena libertad. De modo que sugerir mayores impuestos a los ciudadanos que libremente deciden no tener hijos, sea o no una decisión temporal, es pedirle al Estado limitar las libertades fundamentales de las personas.

Una propuesta inconstitucional a todas luces, pues técnicamente se le está pidiendo al Estado que imponga a los ciudadanos un modelo o plan de vida a realizar (tener hijos), y que quien decida realizar su vida de modo diferente (sin hijos), sea castigado con mayores impuestos.

Además, la insólita propuesta convierte a los hijos en hecho generador de base gravable, pues lo que no se gastaría en hijos tendría que ir al Estado según este “experto”. Pero aun si fuera posible la idea del director de la Dian, surgirían otros conflictos en materia de igualdad.

Por poner un ejemplo, si el argumento de la propuesta es el menor gasto de quienes no tienen hijos respecto de quienes sí los tienen, ¿qué pasaría con quienes tienen hijos que requieren alguna atención especial por razones de salud o educación y que, por ello, incurren en mayores gastos que aquellos padres cuyos hijos gozan de una vida sana? En honor a la igualdad, habría que cobrarle más impuestos a quienes tienen hijos saludables, pues gastan menos que quienes tienen hijos y enfrentan mayores gastos por su salud o educación.

Por otra parte, la osada propuesta da por sentado que los recursos que no se gastan en hijos son dineros ociosos, lo cual es económicamente impreciso, toda vez que existen múltiples razones económicas válidas por las cuales los ciudadanos podrían decidir aplazar la tenencia de hijos, o bien porque simplemente no contemplan hijos en su plan de vida, y ello tiene amparo constitucional.

Entonces, ¿por qué castigar con impuestos a quien posterga la tenencia de hijos porque desea estudiar, viajar, emprender un negocio, o simplemente ahorrar? De ningún modo puede pensarse que esa parte de los ingresos que no se gasta en manutención de hijos es dinero ocioso y susceptible de castigo (impuestos) por parte del Estado.

O, ¿en qué consiste el Estado Social de Derecho si se contempla que el Estado cercene la libertad que tienen los ciudadanos para tomar sus decisiones de vida más íntimas y los obligue a tener hijos so pena de ser sancionados con impuestos?

Está al margen de la sensatez invitar al Estado a fiscalizar decisiones que pertenecen a la esfera más privada de los ciudadanos, pensar que quien no cría hijos debería estar criando impuestos es una genuina locura.