En la historia de los videojuegos se destaca que en 1958 el físico estadounidense William Higginbotham creó, sirviéndose de un programa para el cálculo de trayectoria y un osciloscopio. Tenis for Two: un simulador de tenis de mesa para entretenimiento de los visitantes del Brookhaven National Laboratory. Esta invención fue considerada como el primer videojuego.
Los videojuegos han evolucionado en el transcurrir del tiempo satisfaciendo a sus consumidores, este entretenimiento ha desplazado por completo los juegos tradicionales de los niños, anteriormente los padres de familia tenían que estar pendiente porque los hijos estaban más tiempo en la calle que en su propia casa ahora el uso de esta herramienta tecnológica cambió esta clase de comportamiento en los menores.
Según los expertos del tema mediante el videojuego los niños adquieren capacidades y desarrollan habilidades diversas, las más importantes de las cuáles son la familiarización con las nuevas tecnologías su aprecio y su dominio. Por este motivo el videojuego es en estos momentos un elemento determinante para socializarse en el mundo de las nuevas tecnologías.
También manifiestan que los videojuegos como herramienta de relación y no de aislamiento. Es decir, al entramado de relaciones, de diálogos y emociones que se pueden fomentar a través de estas prácticas de juego tanto en el ámbito familiar como en otros.
Los videojuegos son cada vez más populares entre la población de niños y jóvenes, pero también entre los adultos. En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) público un informe en el que se catalogaba el abuso de los videojuegos como un trastorno. Expertos en salud mental y organizaciones en defensa de los derechos de los menores reclamaban esta distinción a la OMS desde hace años, por su parte, la industria de videojuegos vio “precipitada” esta decisión.
Los principales síntomas de la adición es dejar de lado otras actividades, ya sean sociales, familiares o profesionales, para quedarse en casa y pasar horas jugando es uno de los síntomas más habituales entre los adictos a los videojuegos. Suelen convertir el juego en una prioridad, ya sea a través del computador o de la consola.
También lo es no controlar cuánto tiempo se pasa delante de la pantalla, lo que se conoce como “quedarse atrapado” durante horas hasta perder la noción del tiempo. Hay casos en que las personas adictas a los videojuegos sacrifican horas de sueño para seguir jugando, y esto tiene consecuencias directas sobre la salud física y mental, hasta causarles la muerte, muchos fallecen por un derrame cerebral y otros toman la fatal decisión de quitarse la vida.
En la parte visual, cualquier actividad que comporte una fijación de la vista durante mucho tiempo sostenido aumenta el riesgo de padecer miopía. Por tanto, en este sentido el uso excesivo de los videojuegos es tan perjudicial como puede serlo un uso excesivo del ordenador o hasta de la lectura.
Los videojuegos tienen su parte positiva y su parte negativa: la positiva es que estimula la concentración y la agilidad cerebral y la negativa es que si se abusa de ellos puede generar agresividad y aislamiento social.
Los expertos en psicología juvenil recomiendan establecer horarios y rutinas de juego para evitar el desarrollo de conductas adictivas. También aconsejan a los padres combinar las horas dedicadas a los videojuegos con otra serie de actividades que se realicen en compañía y que impliquen un movimiento físico.