¿El Bolillo se saldrá con la suya?

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Escrito por:

Jacobo Solano Cerchiaro

Jacobo Solano Cerchiaro

Columna: Opinión

e-mail: jacobosolanoc@hotmail.com

Twitter: @JacoboSolanoC



Definitivamente Hernán Darío Gómez es un personaje que tiene licencia para hacer y deshacer en este país, se ha visto envuelto en numerosos escándalos por su carácter arrogante e impulsivo y siempre se sale con la suya.

El más reciente, sobre la agresión a una mujer en la puerta de un bar en el centro de Bogotá, al parecer será otra de las perlas que queden en los anales de la historia del técnico antioqueño.

Tengo que reconocer que Bolillo no es de mis personajes favoritos, desde que llegó con el tristemente célebre Francisco Maturana a la selección, no me gustó su juego, ni su estilo de imponer jugadores para promocionarlos en asocio con empresarios y así obtener dividendos económicos; y ni hablar, de la vez que retaron al país con jugadores como Barrabás Gómez y Víctor Hugo Aristizábal, únicamente porque eran paisas y familiares, creo que este par más que bien, le han hecho mucho daño al futbol colombiano, al desperdiciar la mejor generación que hayamos tenido, por su manejo calculador y poco ofensivo.

Pero el problema de hoy es otro, cuando todos pensábamos que por fin nos íbamos a quitar este cafre de encima, quien ahora posa como victima de linchamiento mediático, como el ave Fénix, revive de sus cenizas. De nada valió que renunciara por la presión social de la opinión, ni tampoco la molestia de los patrocinadores como SAB Miller, Telefónica y Adidas que no quieren tener un técnico que le pega a las mujeres en sus filas. Para la Federación lo importante es mantener en el cargo, a este técnico de sus afectos, aunque por donde pase deje su estela violenta y agresiva; en Ecuador hay mil historias, en Guatemala otro tanto, pero lo más grave, es lo que está sucediendo como sociedad.

Si bien hubo un repudio general en los medios, la reciente encuesta del Tiempo y la W, evidencia como la situación del Bolillo divide al país, y muchos son partidarios de que siga en su cargo, a pesar de todos los antecedentes y problemas que podría acarrearle a la selección cuando salga del país; un claro reflejo de lo permisiva que es nuestra sociedad, al avalar estos procedimientos en contra de la mujer, porque simplemente es pan de cada día, cada uno de los encuestados que están de acuerdo con este patán de baja monta, procede o acepta que a las mujeres se les trate de esta forma.

En la vida todos nos hemos equivocado, pero ya está bueno que a Bolillo se le aplique una sanción ejemplarizante para que entienda que su proceder como seleccionador afecta la imagen de un país agobiado por la violencia.

También hago una crítica a la senadora Liliana Rendón que quedó como un zapato, al salir, por cuestiones politiqueras a defender al técnico nacional y a los jugadores de la selección que lo respaldaron en un acto de "solidaridad" que yo llamaría compichería y más bien complicidad. Porque como no fue ni a sus esposas, ni a sus hijas, ni tampoco a sus madres, cerremos los ojos y olvidemos lo ocurrido.

Sería bueno que la mujer agredida, aunque algunos temerarios dicen que no era una mujer, saliera y diera la cara y lo denunciara para sentar un precedente en esta sociedad cavernícola donde todo se tapa por miedo a represalias, este caso ha servido para visibilizar el problema y para darnos cuenta de que la violencia intrafamiliar, tanto de hombres para mujeres y viceversa es más grave de lo que se piensa.