Qué envidia

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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



Al leer las noticias actuales de Barranquilla a muchos colombianos se nos genera una envidia de la buena.
La verdad es que esta ciudad y también el departamento del Atlántico están en “modo carnaval”. La vida social gira en torno a fiestas de polleras donde sin discriminar ni por edad ni por ingresos, la ciudadanía se dedica a disfrutar el preámbulo del carnaval. Despliegue de color, alegría, baile y disfraces en momentos donde el tono del país es otro.

Esa capacidad de aislarse de los problemas nacionales siempre ha sido una de las características de este evento. Además, la industria artesanal, mucha de ella de carácter familiar, dedicada a los disfraces y a todo lo que esta fiesta requiere, le da un aire a la economía, al empleo y a la demanda en esta parte del país. Hasta el desempleo, que es el mal nacional, ahora tendrá una reducción que el resto del país sin duda va a envidiar.

El contraste con lo que se respira en Bogotá es inmenso. Ni siquiera el sol de estos meses que históricamente le han dado una nota de alegría a esta ciudad, ha sido permanente y con demasiada frecuencia, el cielo gris y el intenso frío nocturno están más de acuerdo con lo que se siente en muchos círculos bogotanos.

Tres temas abruman al resto del país pero no hacen mella en Barranquilla. En primer lugar, el asesinato de líderes sociales y de ex combatientes de las Farc que cesa sin que se vea acciones estatales claras para frenar ese desangre. Los cinco focos de violencia entre los cuales también está la disputa por la Troncal del Caribe, no encuentran aún las respuestas que este país quisiera ver. Como esto no sucede, sectores importantes viven un permanente duelo nacional.

En segundo lugar, la inseguridad ciudadana de la cual no se salva ningún lugar y que ya ha invadido sectores que se creían suficientemente vigilados y aislados de estos ataques a personas. En tercer lugar, el seguimiento al gobierno nacional que se hace mucho más evidente en la capital del país, ha vivido últimamente episodios que ponen en duda su grado de gobernabilidad. Ministros desinformados con planteamientos inadecuados sobre temas cruciales e inclusive responsables, temas como la Memoria Histórica bajo la dirección de personas que dejan mal parado al país, son parte de esos hechos que le han quitado optimismo a amplios sectores.

Este contraste entre lo que se siente en Bogotá y en otras partes de Colombia con lo que se vive en Barranquilla, es lo que nos genera envidia de la buena especialmente cuando por distintas razones no podemos disfrutar del “modo carnaval” en que está Barranquilla y el departamento. Los que queremos a nuestra ciudad, y por ello prendemos luces rojas sobre problemas que no pueden pasar desapercibidos —así a algunos nos critiquen— deseamos que esta fiesta tradicional que ya se vive con intensidad, se desarrolle sin nada que lamentar y mucho que disfrutar. Mientras tanto el resto, nos morimos de la envidia, pero de la buena.


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