Colombia líder es una organización respaldada por importantes entidades nacionales e internacionales, cuyo propósito es visibilizar a los mejores gobernantes de las regiones del país.
Los premios de alcaldes son seis en total: para municipios de menos de 10 mil habitantes, para aquellos con 10 mil a 20 mil habitantes, para los de 20 mil a 100 mil habitantes y para aquellos de 100 mil habitantes. Con respecto a las ciudades la clasificación va desde aquellas de menos de 500 mil habitantes y para ciudades capitales de más de 500 mil habitantes. Para gobernadores hay dos premios uno para los departamentos 3 y 4 de acuerdo con el criterio del Departamento Nacional de Planeación y el segundo, para los departamentos categorías especial 1 y 2.
El proceso cuenta con varias etapas bajo los cuales a los alcaldes y gobernadores se les evalúa en base a su gestión en varios aspectos: ciencia, tecnología e innovación; gestión integral del ente territorial, innovación social, sostenibilidad de los programas, entre otros. Adicionalmente, se les evalúa de acuerdo con las respuestas que dan a preguntas hechas en una sesión llamada “gobernantes al tablero”; finalmente, se hace una feria del conocimiento en donde los alcaldes y gobernadores nominados comparten sus experiencias y los resultados de su gestión; dicha sesión se hizo en el municipio de Palmira en el Valle del Cauca, el 8 de noviembre. De acuerdo con la evaluación hecha por varios jurados de esas etapas se seleccionan los finalistas que fueron los candidatos para ganar cada uno de los premios. El mejor alcalde del país fue el de Pasto y el mejor gobernador el del Cauca. La Costa brilló por su ausencia con la excepción ya anotada del gobernador de Sucre.
No es la primera vez que esto sucede de manera que evidentemente a los mandatarios costeños no les interesa participar en este tipo de contiendas. Esta ausencia puede obedecer a dos razones: o porque se sienten sobrados como el alcalde de Barranquilla o porque no hicieron bien su gestión a nivel económico, social, vial, etc., por lo que no pudieron figurar entre los finalistas y ni siquiera aspirar a este premio. Estas posibles explicaciones son graves para la visibilidad de la región porque este concurso es realmente una fiesta de las regiones: exhiben sus productos, su música, su capacidad de liderazgo y establecen vínculos con otras zonas del país. La conclusión obvia es que el Caribe aparece aislado del resto de Colombia. Esta sí es una ausencia que mata.