Las elecciones de octubre de 2011

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Tovar Delgado

José Tovar Delgado

Columna: Opinión

e-mail: jatovar1@hotmail.com



Colombia, nuestra querida patria, es uno de los países políticos por excelencia en América Latina, pues aquí estamos en función política todos los días del año. Sabemos que hay que velar por la calidad de vida de la gente, del buen funcionamiento de las cosas públicas y para eso hay que elegir a los mejores candidatos a los cargos de elección popular.

En Colombia las elecciones populares para gobernadores y alcaldes se nos ha vuelto un problema de marca mayor y un verdadero dolor de cabeza para la sociedad.

Los colombianos somos muy demócratas y sabemos bien lo que esto significa. Pero el problema es que a buena cuenta de esta democracia la guerrilla, los paramilitares y personas sin escrúpulos se están apoderando de los cargos más importantes de los departamentos.

Ellos tienen el dinero necesario para comprar al electorado colombiano y de esa manera colocar a sus amigos en dichos cargos. Esto nos desprestigia a nivel internacional, a la vez que desangran el erario público. Hay que hacer algo para que las mayorías voten por personas honestas y así eviten a toda costa que esto siga pasando.

En nuestro país ya son pocos los elegidos por sus partidos. De un tiempo para acá se está teniendo en cuenta la hoja de vida de los candidatos a los puestos públicos, y sus servicios prestados a la comunidad por la cual se han postulado.

Como consecuencia de eso, los trapos rojos del partido Liberal y los trapos azules del partido Conservador, se han quedado atrás y están desapareciendo. Ahora valen más las acciones que ha realizado el individuo en la sociedad que el color de su partido.

Estamos pidiendo a gritos que haya en el país mayor empleo bien remunerado para los miles de habitantes que existen sin un trabajo decente.

De esta forma no tendrían los colombianos que estar emigrando a las diferentes naciones a buscar su manutención sin importarles la calidad de trabajo que se les ofrece.

Hay que evitar a toda costa que sigan desesperadamente viajando a otros países como Estados Unidos, a América del Norte y España, en Europa.

Igualmente a los países fronterizos como Venezuela y Ecuador a donde llegan ilegalmente, sin papeles.

Desde hace muchos años que esto se ha convertido en el sueño de muchos colombianos. Pero si logramos elegir a unas personas de bien, podremos lograr la confianza del pueblo y el apoyo para sus gobernantes.