Justicia elitista

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



Es innegable que en Colombia ha habido avances sociales significativos de manera que la hasta hace muy poco inexistente clase media, hoy se evidencia aun en capitales de la Región Caribe una de las más desiguales del país.
Pero esta realidad no puede asimilarse a la existencia de una sociedad igualitaria, y menos, en esta parte de Colombia donde persisten profundas desigualdades sociales. Estamos lejos de países como Chile, donde la pobreza es muy inferior a la de Colombia y donde no existe la brecha rural urbana que es especialmente dramática en esta parte del país. La existencia de una sociedad elitista sigue siendo una realidad y esta situación ahora se expresa claramente en la forma como se aplica la justicia en Colombia y en la Región Caribe en particular.

Lo sucedido a finales del 2018, que solo ahora en la mitad de enero se ha evidenciado, demuestra que, para desgracia de esta sociedad, vivimos con una justicia elitista. Personas de esta ciudad y de otras partes de Colombia, disfrutaron de las festividades de fin de año, como cualquier ciudadano libre de esas culpas que sí tienen estos personajes. Presos por verdaderos atracos al erario público en medio de escándalos que conmovieron al país, por decisiones de unos jueces fueron declarados libres. Algunos de ellos presumiendo de una inocencia que claramente no tienen, acudieron a los sitios donde precisamente las élites de este país disfrutan de las vacaciones de fin de año.

Lo interesante de esta realidad es la flexibilidad de estos jueces para actuar como si se hubiesen puesto de acuerdo para que gozaran de libertad precisamente aquellos personajes que en su mayoría pertenecer a los sectores privilegiados de la sociedad colombiana. Lo segundo, es que las protestan sobre esta justicia elitista no surgieron de aquellos que debían haber ejercido la sanción social. Hasta donde se sabe, en estos lugares de recreo no hubo manifestaciones en este sentido, sino que pareciera que encontraron como natural compartir con sus compañeros de clase social, independientemente de los delitos por los cuales fueron procesados y cuyas condenas están a mitad de camino.

Pero quienes no forman parte de estos sectores ni a nivel local ni a nivel nacional, sí han protestado abiertamente, y le han pedido a quienes tienen a su cargo la responsabilidad de que la justicia actúe correctamente, que exijan explicaciones a los jueces que tomaron estas decisiones. Como siempre se plantea de nuevo en este país la siguiente pregunta: ¿hubieran actuado de igual manera los responsables de implementar decisiones judiciales, si estos personajes fueran simples ciudadanos de clase media o definitivamente pobres?

Nada saca este país en términos de lograr una sociedad moderna, equitativa y justa, si al lado de las mejoras en indicadores sociales, la justica, uno de esos grandes derechos de todo ciudadano en una verdadera democracia, se comporta de manera elitista, concediéndoles privilegios a aquellos que no se lo merecen.