Si algo tenemos los colombianos en general, pero los costeños en particular, es no perder el sentido del humor. Ni siquiera cuando las circunstancias nos son adversas. Todas las regiones de Colombia tienen su propio estilo y para serles franca, los que más me divierten son: primero el costeño: recuerdo a mi hermano Fernando, que en paz descanse, que era capaz de tener a toda la familia riéndose por horas. Lo extrañamos por eso y por mucho más porque se fue demasiado pronto. En segundo lugar, el bogotano, típico humor negro que puede llegar a ser muy fino, y en tercer lugar el pastuso, son geniales, se ríen de ellos mismos lo que realmente es más una cualidad que un defecto.
Con todo el respeto que se merecen tanto el señor presidente Santos como el ministro Vargas Lleras, les recomiendo que hagan algo que siempre hice, consulten cuando vayan a la Costa. Nunca, cuando fui funcionaria pública y ahora como simple ciudadana, me he atrevido a llegar a Barranquilla sin informarme en que está la moda. No es lo mismo en Cartagena, más conservadora, pero sí en Valledupar donde el lino es una tarjeta de presentación. Les pregunto: ¿han oído el término Barranquilloso? Si no lo han oído, comiencen por ahí. Señores cachacos, en Barranquilla, la vestimenta no es sólo cosa de mujeres. Recuerdo una visita presidencial, donde un ministro barranquillero, bien vestido por supuesto, inmaculado de blanco, se burlaba del Presidente de la República que llevaba el uniforme propio de los bogotanos, pantalón caqui y camisa azul. ¿Qué tal que se hubiera atrevido a ponerse los atuendos del actual presidente? Todavía le estarían mamando gallo.
Este análisis tiene su trasfondo político. Si Vargas Lleras quiere ser presidente de Colombia, tiene que entender cómo funciona la región Caribe. La asesoría de Fuad Char no es la mejor para entrar en la órbita caribeña. Con su formalidad, por favor no imite al actual alcalde de Barranquilla porque usted no maneja ni su frescura ni tiene su fortuna. Así que ministro, oiga un consejo de una costeña que se siente bien en Bogotá y en Barranquilla, consulte antes de venir y le recomiendo a Raimundo o a Antonio quienes le guardarán la espalda.