Acojamos a los venezolanos

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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



La triste situación del pueblo venezolano debe importarle a los colombianos más que al resto de los ciudadanos de países vecinos. La razón es muy simple y aunque se repite con frecuencia parecería que no todos la asimilan.
Cuando Colombia vivía el peor desplazamiento de personas de cualquiera de los países de la región, Venezuela acogió un número que para algunos superó el millón de colombianos. Muchos hicieron de Venezuela su verdadero país y se beneficiaron de sus periodos de bonanza. Ahora la situación se revirtió y son ellos, nuestros vecinos más cercanos, los que necesitan de la solidaridad de nosotros.

No es una tarea fácil, pero por fortuna, nuestras preocupaciones nacionales durante la última semana han sido reemplazadas por la crisis de nuestro vecino. Claro que no es el mejor momento de Colombia que no ha logrado resolver la situación de los 6 millones de desplazados de sus lugares de origen por el conflicto armado. Nuestra economía se está desacelerando cuando entramos en un periodo de posconflicto que demanda un esfuerzo histórico para acabar con los desequilibrios que darían origen a nuevas confrontaciones. Pero no hay excusa que valga. Dentro de las políticas de recuperación de nuestro sistema productivo es necesario incluir el valor que sin duda representa esta inmigración venezolana. Ellos no solo cuestan, sino que aportan si tienen la posibilidad de hacerlo.

En Bogotá hemos visto desde hace tiempo, profesionales de excelente nivel que han aumentado la oferta de servicios de salud, por ejemplo. Pero últimamente nos encontramos a la salida de los supermercados, jóvenes de ese país, seguramente con capacidad productiva, vendiendo dulces y haciendo esfuerzos para no pedir limosnas. En ciudades de la Costa y en Cúcuta que reciben un flujo mayor ya se conocen historias de mujeres profesionales que solo en la prostitución han encontrado los medios para sobrevivir.  Esta es una doble tragedia que no se merecen nuestras vecinas.

Ya la Cancillería colombiana tomó la decisión adecuada de permitir plazos de permanencia en forma legal a estos desplazados por el régimen de Maduro y el presidente Santos expreso en forma clara el rechazo a lo que sucede en ese sistema autoritario. Como el gobierno colombiano vive limitación de recursos es necesario que el sector privado y cada uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, apoyemos de alguna manera a nuestros vecinos en crisis. Esa solidaridad que muchas veces no hemos tenido con nuestras víctimas del conflicto armado, debemos mostrarla ahora con un pueblo al que tenemos obligación de apoyar.

Definitivamente la idea de que la globalización llevaría a que se crearan ciudadanos del mundo es una de las grandes fallas de este sistema económico. Por eso, en vista de la no existencia de una institucionalidad global que ayude a resolver la salida masiva de personas por crisis humanitarias, queda en manos de gobiernos nacionales tomar acciones coordinadas. 

Una sugerencia presidente Santos: como con el argumento de que cada país decide quien lo gobierna, Suramérica no ha tomado decisiones más efectivas contra el régimen del presidente Maduro. Por que Colombia no lidera una movilización de estos países para que reciban de manera ordenada esta inmigración de venezolanos que están llegando crecientemente a cada uno de nuestros países. Es obvio que la situación de Venezuela tiene que resolverse y que la mayoría de quienes han salido dejando con frecuencia gran parte de su familia, querrán regresar cuando vuelva la normalidad. Se trata por lo tanto de decisiones transitorias, simplemente para evitar una tragedia que ya muchos de los que de Venezuela están sufriendo.


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