Salud: un sistema universal

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



Es tan evidente que están dadas las condiciones para pasar el sistema actual de salud a ser uno identificado como “universal”, cuyas características son la cobertura total y la solidaridad, que cabe totalmente la pregunta de por qué no se ha tomado esa decisión. Ya se ha logrado prácticamente una cobertura universal; se ha declarado como un derecho la salud de los colombianos; pero el sistema esta desfinanciado y queda mucho para que se atienda como toca a los usuarios, especialmente pobres y en zonas marginadas. Continúa siendo un lio la incompatibilidad entre lo que es bueno para las aseguradoras, las EPS y prestadoras de servicios médicos, las IPS, y lo que necesitan los pacientes. Además, hay claros abusos de demanda de tratamientos costosos de los pacientes y demoras inexcusables en la prestación de atención, especialmente en casos muy graves. Las urgencias están cada vez más congestionadas y por consiguiente, ineficientes.


Tiene toda la razón Jorge Iván González, brillante economista y catedrático de la Universidad Nacional, en su entrevista en Semana. Falta regulación, porque los intermediarios son más poderosos que el vigilante del Estado y falta financiación. Llegó la hora de resolver estos dos temas y para ello se necesita la decisión política para cambiar el sistema. El ministro de Salud, el más respetado de todo el gabinete, no pudo hacerlo y la pregunta es por qué.

Sin duda se creció el enano, es decir las EPS y las IPS, tienen tanto poder que no se dejan tocar. Pero el otro gran impedimento es que, a estas alturas, el sistema se salud solo es viable si se vuelve universal financiado con impuestos generales. Como afirma González, solo cuando los ricos, nuestros grandes evasores, paguen los impuestos que les corresponden, se logrará financiar la salud a todos los colombianos.

Pero como se sabe, estos personajes son los que manejan el poder en Colombia; financian a los políticos y por lo tanto la famosa y cacareada reforma tributaria estructural no logra pasar en el Congreso, solo tramitan reformas para apagar incendios. Mientras los poseedores de grandes fortunas sigan evadiendo su responsabilidad de contribuir al fisco, como les corresponde, la salud seguirá siendo un dolor de cabeza para los colombianos.

Llego la hora que la academia, que se supone debe velar por los intereses generales de la sociedad y no por lo que quieren los poderosos, empiece una gran estrategia para que el próximo gobierno haga la reforma que el sistema de salud necesita. Se requiere un ministro de Hacienda que no piense que solo el sector privado es eficiente y que no acomode la regulación del Estado para ese sector, a los intereses de quienes lo manejan como un negocio y no, como dice la ley, como un derecho de todos y cada uno de los colombianos. Empezó la Universidad Nacional esta discusión, ahora se requiere que más universidades, aborden con seriedad esa gran reforma que los ciudadanos de este país piden a gritos.

Qué bueno que Semana inicio esta discusión con partes no interesadas, o mejor, sin intereses económicos en la salud. Por favor continúen entrevistando a tanto académico brillante que existe en muchas de las universidades colombianas, no solo en las privadas, a veces con compromisos en los diferentes sectores, sino en aquellas públicas que están estudiando, en este caso, el sector de la salud. Que la academia colombiana asuma posiciones de una vez por todas y corra el riesgo de fijar públicamente sus puntos de vista, así vayan en contra de quienes las financian, en el caso de las privadas que analizan este sector.