Hablemos un poco de psicopatología

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Escrito por:

Benjamín Herrera Palomino

Benjamín Herrera Palomino

Columna: El Obelisco

e-mail: benherrerapalomino@gmail.com



"Pienso, luego existo", Descartes

Antes que la Organización Mundial de la Salud, OMS, en su Clasificación Internacional de las Enfermedades Mentales, CIE 10, distinguiera que uno son los trastornos neurológicos, y otros, los trastornos mentales, partíamos del paradigma, en Psicopatología, que era preciso distinguir entre el estado de la mente y los contenidos de la mente; del estado de la mente, valga decir, el estado neurofisiológico del cerebro, se ocupaba la neurología; y de los contenidos de la mente, se ocupaba la psiquiatría.   

 

Ocupándose la psiquiatría de los contenidos de la mente, distinguió que dos eran las enfermedades mentales, consideradas como el género, que no la especie, así: a. las neurosis y b. las psicosis; las neurosis fueron definidas como la "la enfermedad  que se caracteriza por el trastorno de la personalidad y de la conducta social, sin aparente lesión del sistema nervioso"; las psicosis fue definida como el "trastorno mental grave que hace perder contacto con la realidad a quien lo sufre"; existe en la literatura universal dos casos de la anterior clasificación; el uno, el de Don Quijote de la Mancha, a quien se le secó el coco de tanto leer novelas de caballería, es decir, se apartó de la realidad, para creerse ser "El Caballero de la Lánguida Figura"; estando psicótico, jamás dudó de su creencia, comportándose, chistosamente, como una verdadera caricatura de lo que realmente eran los caballeros a las corte monárquicas de los señores feudales; pero Cervantes Saavedra, en "El Licenciado Vidriera", nos relata de cómo las funciones cerebrales pueden ser alteradas, cayéndose en psicosis; al abogado Vidriera una joven le dio un brebaje, trastornándosele el juicio, creyendo, sin dudarlo, que era un hombre de vidrio.

La psiquiatra neofreudiana, germano-estadounidense, Karen Horney, sentenció que tanto el neurótico como el psicótico se encuentran fuera de la realidad, pero se diferencian en que el neurótico puede dudar de su convicción y, dudando,  puede meterse de nuevo en la realidad pero el psicótico no duda jamás de su creencia; si se le pudiese hacer dudar, seguramente saldría del estado psicótico.

La OMS definió que el trastorno neurológico es una enfermedad del cerebro, que afecta sus funciones de la memoria, el lenguaje, el pensamiento, el juicio, el raciocinio, y la capacidad para almacenar nueva información, o para recuperar lo aprendido previamente, es decir, las demencias; los trastornos mentales, por otra parte, son enfermedades psiquiátricas, caracterizadas por ser un trastorno de la personalidad y de la conducta; existen varias clases de demencia pero se aceptan, genéricamente cuatro: Mal de Alzhéimer, la Parkinsoniana; la Temporofrontal, y las mixtas; la más generalizada demencia es la de Alzhéimer; por ahora, ya se sabe que tal demencia es producida por  una proteína, el amiloide, que "es una sustancia que se deposita entre las células de distintos tejidos y órganos del cuerpo en una situación patológica; el depósito provoca la atrofia de las células adyacentes a él"; destruyendo la mielina que recubre las neuronas; esta desmielización impide el flujo de la información entre la células cerebrales, rompiendo las sinapsis; unas de las formas más extendidas de la psicosis son los delirios; el persecutorio, el de grandeza, en el que el paciente cree, sin dudarlo, que es un héroe y así sucesivamente; la celotipia; dentro del apartado nosológico de la psicosis tenemos la esquizofrenia, que es un trastorno mental "caracterizado por la disociación de las funciones psíquicas y la capacidad de establecer una relación constante con la realidad. Se supone un origen deficitario de ciertos neurotransmisores. Sin la medicación correspondiente, desembocan en la demencia"; el delirio es un trastorno psiquiátrico "en el que se producen excitación, alucinaciones, desorden de las ideas, hablar incoherente"; para salir de la psicosis, es necesario practicar la duda sistemática, preguntándose, una y otra vez de si es cierto o no, por ejemplo, que Simón Bolívar me habla todos los días a través de un pajarito.

En conclusión, según la OMS, unos son los trastornos neurológicos, y otros, los trastornos mentales,  tal como se acaba de exponer.

Apostilla: por favor, discuta con su familia, con su grupo de amigos ésta columna, sacando las correspondientes conclusiones, para tener buena salud mental.

 



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