Guerra sin cuartel a los terroristas

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



En esta nueva guerra, contrariamente a aquello que se comenta y asevera, en cuanto que no existe un tercer conflicto bélico mundial, en mi sentir no me cabe la menor duda de que sí estamos en él y se puede asemejar a los bloques enfrentados en la segunda guerra mundial, cuales eran Europa Occidental y Estados Unidos, con sus aliados incluyendo Rusia contra el único enemigo, que no era otro que Hitler.

 

El objetivo en 1945: exterminar cuanto antes y a como diere lugar alFuhrer. Simultánea e igualmente extinguir su  Ejército y tropas amigas que le acompañaban.

Hoy por hoy  se observa un grupo de países europeos, prácticamente el mismo de la segunda guerra mundial, ahora con Alemania antes su contrincante, unido en igual forma con Putin antes con Stalin y los estadounidenses a su lado, con el único propósito de eliminar o desaparecer del mapa a un enemigo común, que son los terroristas islámicos.

Al analizar el tema es conveniente darnos cuenta y tomar conciencia, como lo he expresado en anteriores columnas, de que no todo islámico es terrorista, ni todo musulmán es terrorista, ni todo árabe es terrorista. Ni todo aquél que es fervoroso del Corán y religioso cumplidor con su iglesia es terrorista.

Los terroristas son los que constituyen el ejército del Estado islámico , es decir los yihadistas extremistas, cuyo designio es justamente y así lo tienen claramente definido; el causar daño y muerte a Occidente, especialmente a aquellos países que se tomaron y gobernaron sin la aquiescencia de sus pueblos el Imperio Otomano y que colonizaron Asia y África.

El gran problema es que son muchos los islámicos que habitan y se concentran en el viejo continente. Han llegado ilusionados por cuanto los europeos en sus territorios, cuando fueron colonizadores no hicieron otra cosa que hacerles ver  que el bienestar, la felicidad, el progreso y la cultura sólo se encuentra o se palpa entre ellos. Su meta en consecuencia es  materializar sus sueños.

Pero lo triste y desolador es que los acogieron, los educaron y consiguieron la protección del Estado. Muchos son profesionales y lejos de agradecer a las naciones que les proporcionaron todo a Padres, hijos y nietos, se han organizado en sus adversarios, en sus enemigos en su casa. Nunca los han aceptado, ni tolerado y menos aún amado.

Ciertamente estos no son los terroristas, aunque algunos se han mezclado y camuflado con esos moradores musulmanes. Lo grave es que sin alardes y sin aspavientos, invadieron a Europa y hasta ahora están despertando los europeos de esta pesadilla.

En  Holanda la población musulmana es superior en número a la holandesa. Hay más templos de ellos que católicos, protestantes o cristianos. En Francia hace poco el Alcalde de Marsella se vio obligado a expedir un decreto admitiendo el horario de trabajo que solicitaron los islámicos, obviamente distinto del de los franceses, consistente en que comienzan la jornada laboral a partir de las 9am, dado que entre 7 y 9 están cumpliendo con sus rezos diarios.

Hay barrios parisienses, londinenses y lo mismo en Ámsterdam y Bruselas, en los cuales no permiten el acceso de los ciudadanos europeos y si quieren hacerlo, pues corren el riesgo de ser linchados o muertos y a quién mejor le va queda en una clínica.

Los terroristas al igual que los nuestros, no les importa la vida de los demás, sean niños, ancianos, mujeres, aún embarazadas, habida cuenta de que su finalidad es intimidar, crear el pánico, horrorizar a la población afectada. Están convencidos de que así los gobiernos dialogan, ceden y se entregan. La respuesta en Europa a diferencia de Colombia es  el tratamiento o la política de destruirlos y aniquilarlos.

Vale la pena destacar la posición de firmeza del Primer Ministro británico Cameron, frente a esta situación, dijo: "en este momento la guerra es a muerte, no puede haber debilidad". "Esto no es una fantasía, está ocurriendo frente a nosotros y tenemos que hacerle frente. El Estado islámico tiene que ser destruido".

En los territorios en que están asentados los terroristas no solo es necesario los bombardeos aéreos, sin duda efectivos sino que las tropas de tierra también deberán operar, para hacer el barrido completo y consolidar posiciones, en orden a liquidar el terrorismo.