Respondiendo a Cárdenas

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Escrito por:

Sofía Gaviria Correa

Sofía Gaviria Correa

Columna: Opinión

e-mail: gaviriacorrea@gmail.com



El pasado miércoles, durante el debate que, a buena hora, convocó el Partido Liberal, para analizar a profundidad las razones por las cuales Isagén no debe ser privatizada, quedó muy claro que hay numerosas maneras de financiar los proyectos de infraestructura 4G sin tener que acudir a la venta de Isagén.

Mis colegas senadores Viviane Morales, Horacio Serpa, Jorge Ivan Ospina, Mauricio Lizcano e Iván Duque y yo misma presentamos al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, 22 opciones.

Eso demuestra que, a la hora de manejar la economía de un país que quiere un futuro en el cual no tenga que depender de otras naciones para apalancar su desarrollo, hay que ser recursivos.

En este caso, hay que tener interés en buscar alternativas para lograr el desarrollo vial del país, sin incurrir en retrocesos o riesgos que menoscaben la independencia energética y la soberanía nacional.

Las opciones que yo encontré (con la erudita asesoría de Camilo Díaz, Mario Valencia y José Roberto Acosta, de la organización Justicia Tributaria, de Sintraisagén y de mi equipo de trabajo) son las once siguientes, que respetan la ortodoxia económica y el afán del Gobierno por apretarse el cinturón:

- Enfrentar la evasión fiscal aumentando el personal de la Dian. Con 277 000 millones de pesos (valor de las dividendos anuales de Isagén para la Nación), se podría reducir en más de dos billones la evasión fiscal, que hoy ronda los 30 billones de pesos, de los cuales doce billones son por evasión del IVA.

- Traer USD 2500 millones de las Reservas Internacionales, de los más de 17 000 millones de dólares que tenemos por encima de las reglas económicas del comercio internacional establecidas para esta clase de reservas. Las nuestras hoy ascienden a USD 47 300 millones.

- Emitir Bonos de Infraestructura que permitan captar recursos de los fondos de pensiones, que tienen una capacidad de 175 billones de pesos; de los fondos de capital privado, que tienen capacidad de inversión de cuatro billones, y de los de inversión colectiva, con capacidad de inversión de 50 billones.

- Usar dos billones de la reserva de regalías de las regiones, los cuales a la fecha no están comprometidos en proyectos.

- Emitir Deuda en Pesos (TES) con grado de inversión de Colombia.

- Emitir Deuda en Dólares (o "bonos yankees"). Esta medida no modifica más de un 0.4% la relación deuda - PIB, de modo que no hay efecto en la Regla Fiscal.

- Propiciar la participación de organismos multilaterales internacionales, como el BID, la CAF, la IFC y el Banco Mundial, como avalistas o prestatarios en los proyectos viales 4G.

- Emitir bonos Fogafín, los cuales se usan como bonos garantía entregados a la Financiera Nacional de Desarrollo, para que, con base en estos, el Banco de la República capitalice el Fondes (propuesto también por el senador Iván Duque).

- Titularizar dividendos de diversas entidades, como ISA, Isagén, Ecopetrol o Telecom, a quince años. Se podrían, así, obtener más de tres billones de pesos, sin perder el capital de los activos (propuesto también por el senador Jorge I. Ospina).
- Usar un porcentaje de los recursos del Fondo de Ahorro y Estabilización. El fondo actualmente ha acumulado 2.5 billones de pesos (defendido también por la Contraloría General de la República).

- Enajenar empresas no estratégicas, tales como Telefónica-Telecom, en la cual la participación estatal asciende al 47.96%, y corresponde a un capital de 4.23 billones de pesos.

Combinar varias soluciones sería lo mejor. A través de una deuda mixta progresiva, el impacto sobre la regla fiscal se diluiría completamente.

De este modo, no se forzarían los mercados, no se impactarían los precios de los activos, no se afectaría la inflación ni la percepción de riesgo del país y nos permitiría conservar la propiedad accionaria sobre Isagén y mantener la correlación de la deuda sobre el PIB.

Esperamos que el Gobierno revise estos mecanismos alternativos que le estamos ofreciendo y que entienda que la venta de Isagén va en contra del futuro de soberanía, prosperidad, equidad y bienestar que todos queremos para Colombia.

Por el momento, nos satisface constatar que, el pasado viernes, ante la arremetida del vicepresidente Vargas Lleras, el ministro Cárdenas se mostró presto a acoger nuestra fórmula de acudir a los fondos de pensiones para contribuir a la financiación de las obras 4G.

Como afirmara el gran humanista francés Stéphane Hessel: "Si el Gobierno no escucha al pueblo, la democracia es una oligarquía".

P.S: En su columna de opinión de esta semana, el exministro Rudolf Hommes me condena por oponerme a la venta de Isagén. Entendemos que Hommes esté de acuerdo con esa transacción, ya que todos sabemos que él, cuando estaba al frente de la cartera de Hacienda, sólo utilizó una forma de conseguir recursos: vendiendo el patrimonio nacional.



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