El país cuenta con un sistema de vigilancia de este tipo en caso de posibles efectos adversos ante el uso de vacunas y medicamentos.
No obstante, frente a ellas el país tiene garantizado un plan de farmacovigilancia, el cual servirá para identificar posibles o eventuales reacciones adversas tras la aplicación de la vacuna contra el coronavirus.
Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud, recordó que esta labor no es nueva, pues Colombia cuenta con un sistema de farmacoviligancia y desde 2004 es miembro del Programa Internacional de Farmacovigilancia de la Organización Mundial de la Salud, OMS, grupo en el que están más de 150 países que comparten la visión de un uso más seguro y efectivo de los medicamentos.
"Estos países, trabajan a nivel nacional y colaboran internacionalmente para la notificación y seguimiento de sospechas de reacciones adversas", mencionó Bermont.
Asimismo, reiteró que este programa se encarga de detectar, evaluar, comprender y prevenir "los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro posible problema relacionado con los fármacos".
En el país, la labor está a cargo del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) que, entre otras, se encarga de cumplir con las siguientes tareas:
Analizar eventos adversos y demás problemas relacionados con medicamentos, emisión de señales e información de seguridad en farmacovigilancia a nivel nacional.
Adelantar en coordinación con las autoridades competentes y de acuerdo con las disposiciones legales vigentes, las funciones de vigilancia epidemiológica de resultados y efectos adversos de los productos competencia de la Dirección de medicamentos y Productos Biológicos.
Gestionar las bases de datos de eventos adversos y problemas relacionados con medicamentos y con otros productos de competencia de la Dirección de Medicamentos y Productos Biológicos.