La declaratoria de pandemia emitida por la OMS el 11 de marzo fue la alerta a nivel mundial, sin embargo, era difícil imaginar la magnitud de la crisis que el mundo viviría.
Mientras el mundo occidental recibía el Año Nuevo 2020, desde Wuhan (China), se informaba a la Organización Mundial de la Salud sobre el estado de salud de 27 personas, la mayoría trabajadores del mercado de mariscos local, afectados con un tipo de neumonía desconocido. Un año después, el virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad Covid-19 ha generado una de las peores crisis a nivel mundial.
Durante el mes de enero de 2020 se multiplicaron los contagios en China de la ‘neumonía’ que luego pasaría a llamarse 2019-nCoV (ahora SARS-CoV-2). A finales de enero se confirmaron los primeros casos fuera del gigante asiático, en Francia, Australia y Alemania. Durante el mes de febrero se dio la rápida expansión del virus por Europa y la llegada del mismo a Latinoamérica, este mes cerró con más de 83.631 contagios en el mundo y más de 3 mil muertos, el 98% en China.
80 millones de casos de Covid-19 se han registrado en el mundo desde que apareció el primer contagio. Estados Unidos acumula la cuarta parte de casos estando a punto de superar los 20 millones de positivos.
La situación más crítica se vivió precisamente durante los meses de marzo y abril cuando los contagios, la falta de medidas inmediatas de los gobiernos y otros factores generaron colapso en algunos países como Italia y Ecuador. El desfile de ataúdes diarios por las calles era monumental, los vehículos militares llevaban a los muertos por Covid-19 en Italia. En Guayaquil, los cadáveres se acumularon en los andenes y avenidas, dejando impactantes imágenes para el mundo.
Las cuarentenas
Calles solitarias, comercio cerrado y filas en los supermercados era el panorama que se vivía en estos meses en más de 50 países del mundo que entraron en cuarentena para frenar los contagios por Covid-19.
En cerca de 65 países la cuarentena inició en marzo, a excepción de Hubei (China) -donde está ubicado Wuhan-, provincia que se confinó de enero hasta abril. En 35 territorios entre esos Rusia, Ghana, Arabia Saudita, Filipinas, Albania, entre otros, el confinamiento solo fue en una ciudad, región o condado. En la mayor parte de los países el confinamiento finalizó en abril; en Reino Unido, España, India, Israel, Suiza, fue hasta julio.
En la mayor parte de Latinoamérica, al igual que en el resto del mundo las cuarentenas iniciaron en marzo, pero se extendieron por más tiempo. Hasta junio en El Salvador y Perú; julio en República Dominicana; agosto en Bolivia y Ecuador; septiembre en Colombia y octubre en Panamá y Argentina.
Los cierres, las medidas de restricción y la parálisis económica trajo como consecuencia la pérdida de empleos para millones de personas. En Latinoamérica tuvo que implementarse de manera generalizada el teletrabajo y la educación virtual, al tener las cuarentenas más largas, lo que golpeó ferozmente a la economía.
En Estados Unidos, el país con mayor número de muertes y contagios por Covid-19, cuestionado a nivel mundial por el manejo de la pandemia, solo registró cuarentenas en 8 estados, una ciudad y un condado; la mayoría de un mes, Nueva York estuvo cerrado tres meses y otros tres estados incluyendo California, cuatro meses.
La carrera por la vacuna
En tiempo record se puso a disposición del mundo la vacuna contra el Covid-19, un proceso que tarda hasta ocho años normalmente. Actualmente las vacunas de las farmacéuticas Pfizer/Biontech, CanSinoBio, Moderna, Sinopharm y Sinovac ya están aplicándose en seis países; en Rusia se utilizan las vacunas Sputnik V de Gamaleya y Bektop, desarrolladas en el mismo territorio, aunque con poca información científica sobre las mismas.
No será la última pandemia
El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió el pasado 27 de diciembre que la actual no será la última pandemia de la historia.
“La historia nos dice que esta no será la última pandemia y las epidemias son una realidad, pero con inversiones en salud publica apoyados en un gobierno de toda la sociedad y un enfoque de salud única, podemos asegurarnos que nuestros hijos y nietos hereden un mundo más seguro, resistente y sostenible”, aseguró.
Exhortó a los países del mundo a invertir en salud publica bajo una concepción de ‘Una sola salud’.
Hoy termina el 2020, un año que para algunos fue una pesadilla y para otros una bendición. Sin embargo, la pandemia no ha terminado, el virus sigue activo y los contagios crecen día a día, por lo que no es momento de bajar la guardia. La lección debe estar aprendida, los comportamientos individuales influyen en la sociedad, por lo que el autocuidado es primordial para el fin de la pandemia.