Sería lamentable que la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, encargados de preservar el medio ambiente en el departamento, dejen morir el popular ‘Palo de Bonga’ que está en el patio de sus instalaciones, en la Avenida del Libertador con la entrada al barrio Tayrona, en Santa Marta.
De acuerdo con el ambientalista William Gallo, en días anteriores fue a inspeccionar las condiciones del árbol percatándose del mal estado en que se encuentra la milenaria bonga: ramas y cogollo marchitos y a punto de caerse.
“En días pasados fuimos a ver el árbol, pero no nos dejaron acercar porque se puede caer, situación que nos preocupa porque podría afectar radicalmente las instalaciones de Corpamag, así como otros sectores que están comprometidos. Además, de afectar en su totalidad la vegetación de la ciudad”, agregó.
Gallo agregó que, “la ceiba se encuentra totalmente descuidada, tierra apretada y seca; también notamos que había una zona que se estaba cayendo y sin indicios de que estuviera siendo tratada”.
Durante la entrevista, Gallo mencionó que al hablar con uno de los funcionarios de la entidad, le manifestaron “que el árbol está siendo tratado desde hace más de un año, pero los tratamientos no han dado resultado. Sin embargo, creo que el árbol está siendo descuidado, no se le nota ninguna intervención para su mejoría”.
De igual forma, puntualizó que una de las razones del deterioro de la milenaria bonga es que estaría lleno de comejenes y bacterias que estaría afectando de manera gradual la salud del árbol.
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“Aunque el popular ‘palo de bonga’ tarde años en acabarse por completo, si Corpamag no toma las medidas necesarias para contrarrestar la situación, con el pasar de los días las ramas del árbol se caerían sin reparo alguno. La milenaria ceiba presenta bacterias y comejenes desde hace más de un año y hasta el momento no han podido ser erradicados”, puntualizó.
Por su parte, la entidad de Corpamag mencionó que están realizando un proceso de tratamiento y monitoreo al emblemático árbol para combatir la enfermedad que tiene a causa de los hongos y un ataque por insectos que pone en riesgo su preservación natural.
Créditos: William Gallo
A través de un comunicado, señalaron que en el estudio e inspección de esta Ceiba, realizado a finales del 2019, se observó que presentaba poco follaje y amarillamiento, por lo que se procedió a tomar muestras del tejido vegetal enfermo, las cuales fueron llevadas al Laboratorio de Diagnóstico Fitosanitario del ICA, en donde se determinó como resultado del estudio “Corteza podrida acompañada de estados larvales de termita, suelo y raíces con pigmentación rojiza y descoloramiento; además área foliar con pequeñas lesiones naranjas”.
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“La Corporación es consciente de la importancia de proteger este imponente árbol, por lo que se encuentra trabajando en su recuperación y consultando con otros expertos y profesionales para culminar con éxito el tratamiento implementado”, informaron.
Ante la triste situación, se espera que los ingenieros agrónomos y técnicos en sanidad e higiene vegetal hagan algo para salvar el emblemático árbol.
