Santa Marta usa el mar como ‘alcantarilla’

Miguel Ignacio Martinez Olano, concejal.

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Periodista: Alexandra Martínez
Redacción: EL INFORMADOR
Concejal Miguel Martínez denunció la situación grave que vive Santa Marta ante las aguas residuales que son vertidas al mar por la ausencia de una planta de tratamiento, ocasionando un impacto negativo en el ecosistema marino.

En medio del cumplimiento de los 500 días para los 500 años de Santa Marta, el concejal Miguel Martínez destapó una preocupante realidad ambiental, la falta de una planta de tratamiento de aguas residuales en la ciudad. 




Según Martínez, que realizo una visita a la Ebar Norte en la mañana del 14 de marzo del presente año se percató de que las aguas residuales de Santa Marta son vertidas directamente al mar sin ningún tipo de tratamiento previo, a través de un emisario submarino que apenas tiene 400 metros de longitud.

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Martínez describió la situación como insólita, señalando que además de la materia fecal, se vierten al mar detergentes, químicos, y otros residuos, lo que constituye un grave impacto ambiental. 



“En Santa Marta no hay ningún tipo de mantenimiento ni mucho menos de inversión desde hace muchos años, es una situación grave lo que vivimos, esto que debería ser lo básico en una ciudad no lo tenemos”, dijo Martínez. 

El concejal expresó su consternación por el hecho de que, a pesar de ser una de las ciudades más antiguas del país, Santa Marta aún no cuente con una planta de tratamiento de aguas residuales. Martínez instó a que se presente un proyecto en el concejo para que la alcaldía de Santa Marta construya urgentemente una planta de tratamiento para la ciudad.

Por su parte, el gerente de la Essmar, mediante un video publicado en redes sociales, lamentó la falta de voluntad por parte de los entes responsables para abordar esta problemática ambiental. 



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En medio de los proyectos de los 500 años de la ciudad, la falta de una planta de tratamiento de aguas residual plantea un desafío urgente para garantizar la sostenibilidad ambiental de Santa Marta, así como la definitiva solución al agua potable, las obras de impacto, nuevas vías para la movilidad, un nuevo vertedero de basura, entre otros planes de ejecución. Santa Marta está celebrando 500 años de atraso no de avance.  





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