Obesidad, síndrome metabólico y diabetes aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular

Salud
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La Organización Mundial de la Salud, OMS, estima que “las enfermedades cardiovasculares constituyen la mayoría de las muertes por Enfermedades No Transmisibles, ENT, (17,9 millones cada año), seguidas del cáncer (9,0 millones), enfermedades respiratorias (3,9 millones) y diabetes (1,6 millones)”.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, “el síndrome metabólico se caracteriza por la presencia de prediabetes en conjunción con otro factor de riesgo para enfermedad cardiovascular, como hipertensión, obesidad o dislipidemia”.

El doctor Gilberto Castillo, médico internista y cardiólogo, coordinador de la Unidad Cardiovascular de la Clínica Imbanaco, asegura que, las personas que padecen de SM “se caracterizan por tener una circunferencia abdominal aumentada, lo cual se prolifera con el incremento de grasa a nivel intraabdominal. Esto puede asociarse con niveles elevados de triglicéridos, cifras de presión arterial más altas de lo normal, colesterol bueno reducido y valores de azúcar en la sangre altos. Tales componentes constituyen el síndrome metabólico y el gran problema es que las personas que los padecen tienen un riesgo más alto de volverse diabéticas con el tiempo y de una mayor mortalidad de causa cardiovascular”.

Cabe resaltar que, la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes mellitus tipo 2 son tres enfermedades interrelacionadas que comparten mecanismos de aparición y evolución y que con frecuencia se van combinando sucesivamente y ocasionan complicaciones cardiovasculares.6

Aclara el doctor Gilberto Castillo que “pueden existir personas obesas que se encuentran metabólicamente sanas, pero los estudios han demostrado que prácticamente la mitad de las personas con problemas de obesidad que no tienen estas alteraciones, terminan presentándolas al cabo de algunos años”.

El doctor José Zamorano, cardiólogo, jefe de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de España, destaca que, “la diabetes es una enfermedad cardiovascular. El diabético suele ser un enfermo con pluripatología que incrementa el riesgo cardiovascular. Además, tiene más factores de riesgo como la obesidad o la hipertensión. Y claro no hay que olvidar la dislipemia aterogénica, que sin duda agrava el riesgo de padecerla”.

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Por lo anterior, resulta fundamental generar hábitos de vida saludables como una buena dieta o un plan de ejercicios de manera continua. “Es importante que el paciente entienda su problemática, y que se proponga una meta para cambiar algo en su vida”, así lo señala el doctor Jorge Castillo, especialista en Medicina Interna y Endocrinología.

El experto agrega que “hay que hacer un adecuado tratamiento del azúcar, si no se es diabético es importante tener un adecuado control del colesterol, pues cuando se controlan estos factores, que hoy son una de las principales causas de muerte en el mundo, y a esto se le suma quitar el cigarrillo, controlar la presión, y realizar una caminata de al menos 30 minutos cinco veces a la semana, se puede impactar de manera adecuada la mortalidad de estos pacientes”.

Efectos de la pandemia a largo plazo: SOS a la salud mental

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, “la pandemia está aumentando la demanda de servicios de salud mental. El duelo, el aislamiento, la pérdida de ingresos, las incapacidades y el miedo están provocando afecciones mentales o empeorando las ya existentes”.

Se destaca que la prevalencia del trastorno depresivo fue cuatro veces mayor a la reportada en el segundo trimestre de 2019 (24.3% contra 6.5%) en comparación con el mismo periodo en 2020, y en el caso de los síntomas de trastorno de ansiedad fue tres veces mayor que la reportada en el segundo trimestre de 2019 (25.5% contra 8.1%) en comparación con el mismo periodo en 2020.

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La depresión y la ansiedad están siendo identificadas como factores de riesgo para presentar complicaciones cardiovasculares. Es probable que las personas deprimidas no tengan deseos de alimentarse sanamente, ni de practicar ningún tipo de actividad física. Igualmente puede suceder que tampoco tengan deseos de asistir a sus controles médicos ni realizarse los exámenes que se le ordenan”, así lo asegura el cardiólogo, coordinador de la Unidad Cardiovascular de la Clínica Imbanaco.





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