Es indiscutible que las elecciones del próximo domingo 15 de junio tienen como primordial objetivo la elección del presidente pero considero que también se debe pensar en derrotar la abstención que ha sido un comportamiento bastante alto en los últimos debates del máximo representante de la democracia de una Nación como lo es el voto de la ciudadanía...
Ahora los colombianos tenemos para escoger libremente, a conciencia, en forma espontánea y sin presiones de ninguna índole por la reelección del actual mandatario Juan Manuel Santos Calderón o por Óscar Iván Zuluaga Escobar.
Sí bien es importante derrotar la abstención también lo es el hecho de acabar con los presagios de las empresas encuestadoras que mediante consultas a un reducido grupo de ciudadanos se atreven a vaticinar resultados como si una situación tan seria como una jornada electoral presidencial fuera cuestión de un juego o el azar.
Al lograr derrotar la abstención, que en la elección del anterior 25 de mayo fue del 60%, podremos hablar que existe una plena democracia y no una a medias.
El ideal para Colombia es una democracia "de los más", tal y como la postulaba y pregonaba el filosofo griego Aristóteles.
Entonces la cabal invitación es para eliminar la apatía ciudadana a la votación y en consecuencia ejercer el libre derecho constitucional que tenemos 33 millones de nacionales colombianos, tal y como lo señala la "Carta Magna"
Otro propósito muy importante de las elecciones presidenciales del próximo domingo, 15 de junio, es el de acabar con el síndrome cultural de la "chismografía estadística", tal y como calificó la actual situación por las encuestas el columnista Carlos Villalba Bustillo en el periódico "El Universal", de Cartagena, edición del anterior domingo 8 de junio.
