Santa Marta y su ecosistema

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Escrito por:

Franco Nazatte Martínez

Franco Nazatte Martínez

Columna: Comercio Exterior

e-mail: frana.mar@hotmail.com



Estamos enterados que los ecosistemas del mundo generan servicios ambientales sin los cuales el ser humano no pude existir.

Como parte integral de la naturaleza Santa Marta está vinculada a la diversidad biológica.

La enorme variedad de animales, plantas microorganismos que viven en la Sierra Nevada, en el océano atlántico, humedales y otros ecosistemas de la región.

Nosotros sabemos, que el ser humano depende de esta diversidad de vida para satisfacer sus necesidades básicas como el agua, alimentos, combustible y medicinas entre otras.

En el ecosistema de Santa Marta se desarrollan además, actividades de ámbito deportivo turístico o educacional.

Ahora bien, muchas de estas actividades están incluidas en la región como turísticas y como tal, forma parte de un fenómeno que tiene mucho peso económico para el Distrito y por supuesto, para la Nación.

Santa Marta, es una región con un gran dinamismo capaz de generar grandes flujos de turistas, influyendo de forma directa en la economía del lugar, donde el visitante realiza un considerable desembolso durante su estancia en la región. Pero, esta actividad también provoca grandes impactos negativos en el ecosistema, en muchas ocasiones provocados por la misma población local.

Por lo tanto, debemos analizar el ecoturismo como una herramienta para mejorar la educación ambiental creando conciencia y sensibilización tanto en los turistas como en la propia población local con el fin de que contribuyan a la conservación o protección de los recursos naturales y culturales.

El ecoturismo es un instrumento adecuado de educación ambiental y de la responsabilidad sostenible, con respecto, al medio ambiente y que se puede considerar en cierto modo como una modalidad de turismo dinámico en la medida en que precisa habitualmente de desplazamiento por el medio natural mediante medios no motores y prácticas físico-deportivas.

Asimismo, el ecoturismo constituye uno de los sectores con más auges, motivado fundamentalmente por las ayudas de gobiernos e instituciones, y por supuesto, por la preocupación cada vez mayor hacia la protección y conservación de los valores medioambientales y patrimoniales del medio rural por parte de la sociedad.

La sociedad de Santa Marta y la de su Departamento deben buscar modelos de civilización alcanzados por la humanidad, que permitan comprender sus características diferenciales, modos organizativos, culturales y estilo de vida con el propósito de lograr un desarrollo sostenible en los límites de la naturaleza y la equidad social.

Hoy por hoy, hay un discernimiento razonable, que la no conservación adecuada de la naturaleza en Santa Marta, puede asumir consecuencias nefastas, porque aún no se tiene la certeza para afirmar que el turismo y la población regional hagan un buen uso del ecosistema.

La educación ambiental desde el ecoturismo y de la perspectiva de la sostenibilidad significa también defender un nuevo modelo de relación educativa, que en su sentido más profundo y radical, va más allá de prestar una ayuda a los procesos de enseñanza-aprendizaje por intensa o cualificada que ésta sea.

Se trata de practicar una actitud de acogimiento específicamente de la sola relación profesoral-técnica del experto en la enseñanza, de la cual, se deriva una cierta sostenibilidad del medio ambiente, de los vínculos, de las relaciones emocionales y de los principios, y los valores.

Con dichos factores, se busca construir un mundo en el cual cada ser humano tenga la oportunidad de disfrutar de una entorno adecuado, una educación de calidad y aprender los valores, comportamientos y estilos de vida acordes con un futuro sostenible y que permitan una transformación social auténtica.



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