En la lista de dificultades cada día que pasa nace un escándalo.
Consideramos que es oportuno hacer una narración de los problemas de Colombia durante el siglo pasado y lo corrido en los últimos 24 años del XXI.
Es que en verdad hace falta advertir a la ciudadanía del peligro inminente que nos acecha ante la debilidad gubernamental para acabar o por lo menos disminuir la cantidad de problemas que siempre han estado presentes en nuestro acontecer nacional. Por eso en los periódicos, en sus tradicionales secciones diarias sobre los hechos de años anteriores parece que nos narraran los acontecimientos de lo mismo en el presente tiempo.
Claro está que los problemas de Colombia son añejos, pero, eso sí, han aumentado en forma alarmante y, en verdad, nos preocupan a la mayoría de los ciudadanos.
Ejemplos, las inundaciones son cada día más graves y los paros y movilizaciones de protesta, como la reciente de los transportadores de carga, ocurren en forma continua y, además de causar preocupación, provocan problemas económicos a la población en general...
El desempleo crece y el rebusque también y lo más grave la inseguridad no es solo un mal de la capital ya que se presenta en todo el país...
Existen regiones, como La Guajira, donde sus habitantes carecen de agua potable...
Las tarifas de los servicios públicos suben al ritmo de un ascensor, pero nunca bajan...
La inmoralidad administrativa sigue campante; lo mismo que el problema del hacinamiento en todas las cárceles colombianas...
El sector campesino está prácticamente abandonado y no existen controles de precios en los insumos para la producción en el campo...
El servicio de salud, para toda la población, no es oportuno y mucho menos preventivo; en impartir justicia sucede lo mismo que en salud, con el hecho grave que, en muchos casos, impera la inmoralidad y el tráfico de influencias, etc.etc.
Las principales ciudades colombianas presentan los más graves índices de migrantes provenientes de Venezuela...
En el inventario de dificultades cada día que pasa nace un escándalo y, como si lo anterior fuera poco, el ingreso a Bogotá, desde los diferentes municipios cercanos, es una gestión que tarda hasta 4 horas...
Por lo expuesto anteriormente debemos aseverar que nos llegó el momento para coadyuvar en la solución de estos problemas; claro que el Gobierno Nacional y el Congreso tienen la mayor responsabilidad para cambiar el panorama dramático de las graves dificultades del país; finalmente la ciudadanía en general anhela que el presidente, Gustavo Petro, se dedique a gobernar sin expresiones de espejo retrovisor para los mandatarios anteriores.